Crítica
Wes Farrell volvió a producir a los Every Mother’s Son en su segunda y última entrega: “Every Mothers’ Son Back”, un álbum en donde versionaban la balada de Dick Weissman “I May Be Right” sonando como los Beatles del LP “For Sale”.
Las demás composiciones son todas propias, desde la fenomenal “Rainflowers”, frenético pop psicobubblegum con toques barrocos y armonías en falsete, al sunshine pop de “Another Day, Another Song”, pasando por “Dolls In The Clock”, lisergia barroca con distorsión vocal, sonidos grabados al revés y excelente melodía, o la pieza lenta “Only Child”, un tema menor con piano y fuzz guitar.
La capacidad para crear melodías del grupo se vuelve a manifestar en “I’d Rather Be Right Than Wrong” o “Sally (Life Story #3)”, estimables piezas de pop psicodélico.
Una de las cimas de su carrera es “Pony With The Golden Name”, precioso tema barroco-medievalesco sobre un niño y su poni que recuerda a los primeros Pink Floyd.
Sobresalen también “The Proper Four Leaf Clover”, jangle pop soleado con poderoso muro de sonido, y “Put Your Mind At Ease”, psicodelia que cruza a los Beatles con los Beach Boys.
Termina este infravalorado álbum con el festivo psicogaraje “Lary’s Birthday Party”.
“Pony With The Golden Name”, “Dolls In The Clock”, “The Proper Four Leave Clover”, “Rainflowers”… Joyas pop.
Tenían mucho talento los hermanos Larden. Merecieron más suerte y reconocimiento.
Tras la ruptura, Dennis colaboró con Keith Moon y con Ricky Nelson.