Dirección: Chuck Bail.
Intérpretes: Michael Sarrazin, Norman Burton, Raul Julia, Gary Busey.
Con guión de Leon Capetanos (“Un Loco Al Volante”).
Sinopsis
El empresario Bannon (Michael Sarrazin) organiza una carrera automovilística ilegal desde la ciudad de Nueva York hasta Long Island, en California.
Con la intención de conseguir la victoria se reunen varios personajes de distintas localidades de los Estados Unidos.
Todo el recorrido estará vigilado por Roscoe (Norman Burton), un policía a punto de jubilarse que tras muchos años persiguiendo a Bannon está decidido a atraparlo en el recorrido de la competición.
Crítica
En la segunda mitad de los años 70 se pusieron de moda varias películas sobre carreras de coches ilegales ofrecidas desde una óptica humorística, una especie de revisitación de títulos de los 60 como “La Carrera Del Siglo” y una traslación cinematográfica de los autos locos de los dibujos animados, pero bastante alejados de la gracia e imaginación destilada por la divertida serie de Hanna Barbera.
Eran películas como “Los Locos De Cannonball” o este “Locos Al Volante”.
El film, titulado en su versión original “The Gumball Rally”, carece de ingenio en la construcción de gags, el slapstick es bastante pedestre y los personajes no resultan demasiado simpáticos a excepción de un estupendo Raul Julia en el papel de italiano ligón y marchoso.
Alternando de manera rítmica los variados participantes en la carrera y el empeño del jefe de policía por atraparles, la película no ofrece demasiados momentos memorables en cuanto a humor y acción, ni explota con suficiencia las características psicológicas del extenso catálogo de caracteres que maneja, hecho que desvaloriza cualquier proyecto cinematográfico.
Sin duda, lo mejor de “Locos Al Volante” es el muestrario de coches que aparecen a lo largo del metraje.