Dirección: Patrick Rand.
Intérpretes: Jeanne Bates, Mark Thomas Miller, Brion James, Mary Beth McDonough.
Con guión de Patrick Rand y Kevin Watson.
Sinopsis
Emily Dwyer (Jeanne Bates) es una viuda cuyo hijo Clay (Mark Thomas Miller) es policía en la ciudad californiana de Los Angeles.
Un día llega a su casa un misterioso hombre que se hace llamar Nestor Duvalier (Brion James), al que alquila una habitación.
La primera noche de Duvalier en casa de Emily manifiesta su naturaleza monstruoso y muerte a la anciana, quien es convertida así también en un monstruo devorador de carne humana.
Crítica
Cinta de muy muy bajo presupuesto conocida también como “Mom” o “Mamá Es Un Monstruo”.
Fue la única dirigida y escrita por Patrick Rand, más ocupado en su carrera profesional como montador.
La película se introduce con Claudia Christensen. Su padre la echa del coche y poco después Brion James hace de las suyas.
Salto a Los Angeles, ciudad en la que está el meollo de la historia.
Nos presentan a Emily( Jeanne Bates), la típica anciana llena de bonhomía, que prepara la Navidad.
Su hijo es policía. Su hija está lejos. Va a ser abuela.
Aparece después Brion James (no se sabe si monstruo alienígena, si hombre lobo…) y estropea todo este ambiente de felicidad.
El film, aunque etiquetado en sitios como comedia de terror, es un dramón familiar… y bastante trágico, con centro en un Mark Thomas Miller desesperado, intentando tapar a su madre.
Esta carga psicológica de desesperación que siente Miller (quien conduce en el film una Volkswagen hippie 60s), y también traslada Jeanne Bates, es lo más sobresaliente del film, un producto de serie B manufacturado con efectos flojos y narrativa funcional.
A destacar la aparición como secundaria de Stella Stevens, aportando gracia en varias secuencias en el papel de una prostituta.
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