Dirección: Tom George.
Intérpretes: Sam Rockwell, Saoirse Ronan, Adrien Brody, Ruth Wilson.
Con guión de Mark Chappell (“The Rack Pack”).
Sinopsis
Londres, año 1953.
En el West End se está representando con éxito la obra teatral “La Ratonera” de Agatha Christie.
Se prepara una adaptación al cine de la obra con dirección de Leo Köpernick (Adrien Brody). El asesinato de este último interrumpe el proyecto.
El inspector Stoppard (Sam Rockwell), ayudo por la agente policial Constable Stalker (Saoirse Ronan), intentan averiguar la autoría del crimen.
Crítica
Dos actores estupendos, Sam Rockwell y Saoirse Ronan, en una película menor.
El film, ambientado en la década de los 50 del pasado siglo, conforma un paralelismo con “La Ratonera” de Agatha Christie para elaborar sin gracia un whodunit (¿quién lo ha hecho?) con los dos intérpretes citados como pareja policial.
Alrededor de ellos se mueve un reparto coral, entre el que se encuentra Adrien Brody presentando en off la historia, con asesinatos, sospechosos y giros con un motivo un tanto ridículo.
El debutante Tom George utiliza la parodia, el enlace inusual, la cita cinéfila y la narración estilosa para acrecentar la valía de un producto bastante plano.
Se emplea mucho la pantalla partida (split screen), algún plano congelado, rasgos de extravagancia, fotografía llena de colorido, flashbacks, ruptura de la cuarta pared, epílogo con “qué fue de ellos”…
La estética y el concepto recuerda en parte a Wes Anderson sin la creatividad en trama y caracteres de este último.
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