• Por Antonio Méndez

noel-gallagher-chasing-yesterday-discosCrítica

“Chasing Yesterday” fue el segundo álbum de Noel Gallagher con su proyecto High Flying Birds, que es básicamente un reciclaje de su britpop con Oasis incidiendo en sus influencias de la psicodelia 60’s y del sonido Madchester.

Guiños claros a los Beatles en el inicio… there’s something in the way she moves me… Sí. George Harrison… de “Riverman”, tópico ensimismamiento con una imagen ensoñadora de seductora fémina en una extensa, dulce pieza de psicopop sofisticado con ligeros rasgos blues y jazz.

No cabe duda del talento para crear melodías de Noel al oír la grata “In The Heat Of The Moment”… sabes que estaré a tu lado… nah, nah… Buen corte con el típico muro de sonido garajero-glam de los extintos Oasis.




Cambiando de sexo al clásico de Roger Corman con Ray Milland“The Girl With X-Ray Eyes”… Influencias del David Bowie de “Hunky Dory” para esta derivativa balada, historia con pose de tristón existencial llevado a escenarios lisérgicos por una misteriosa mujer. Su señora.

“Lock All The Doors”.
Potencia de sonido que nos conduce a su etapa de “Definitely Maybe”… Gallagher buscando un nuevo “Rock And Roll Star” y similares con el ya reiterativo encuentro con un personaje femenino sugerente, atractivo a la par que hechizante.
No le faltan pretensiones arena rock.

Aburrido, formulismo baladero en “The Dying Of The Light”.

Tiene mayor interés “The Right Stuff”, expresión en falsete con destacado bajo, destacado saxo dentro de ambiciosos arreglos.
Entre el pop lounge, el sonido Madchester y el psico-funk.


Los Led Zeppelin seguro que inspiraron el título de “While The Song Remains The Same”, memoria, nostalgia de hogar propio, de vuelta a las raíces.
Bases rítmicas funk, expresión dream pop.
A destacar el solo guitarrero.

“The Mexican”.
Influencia blues rock. A lo Free. A lo Grand Funk Railroad… Miro el reloj. Necesitas amor. Quiero una revolución. Una nueva religión… Pretensiones chorra-adolescentes de nuevo hombre… Dale al cencerro…
Corte con influencias del rock clásico 70’s con un riff que no disgustaría a Keith Richards.

Posible dedicatoria a Liam Gallagher disfrazada como relación amorosa en “You Know We Can’t Go Back”, un efervescente corte power pop, y final con “Ballad Of The Mighty I”, engañoso título con Noel Gallagher como brillante alumno de Giorgio Moroder y con la colaboración en la guitarra de Johnny Marr. Así me gusta. Discotequeros.

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