• Por Antonio Méndez

paul-mccartney-iii-3-albumCrítica

Paul McCartney, al borde de los 80 años de edad, repite en este III las tareas de hombre orquesta ya mostradas con su talento instrumental en su valioso debut, “McCartney” (1970) y en “McCartney II” (1980).

En esta tercera entrega, Macca, con textos sencillos, crea una colección de canciones pasables, pero sin la relevancia de sus mejores trabajos con y sin los Beatles.




paul-mccartney-iii-critica-discosAbre el álbum con “Long Tailed Winter Bird”, un corte casi instrumental… me echas de menos, me sientes, me tocas… ya que Paul puntea blues con la acústica en un concepto jam evocando ritmos de Bo Diddley y repitiendo lo dicho.
Termina aburriendo.

En “Find My Way”… estoy abierto día y noche, camino hacia la luz, no me pierdo en la noche… McCartney se ofrece al desesperado… nunca solías tener miedo, pero ahora te angustias…
Es un rítmico pop-rock con falsete, voz doblada, moog bass, piano… Escuchable, nada especial.




“Pretty Boys” es una canción lenta folk que podría encajar en el “Álbum Blanco”, acústica con la inclusión de un envolvente riff eléctrico.
No está mal la melodía de este corte sobre modelos y fotógrafos.

Continúan las baladas con el tema con piano “Women And Wives”… escuchadme, preparaos para luchar por el mañana…
Es un soft rock para crooner con esencias soul en clave menor. Del montón.

El rock lo encontramos en “Lavatory Lil”, disfrutable corte blues-boogie con centro en una mujer peligrosa, preparada para matar.




La pieza más ambiciosa y experimental del álbum es “Deep Deep Feeling”… cuando quieres mucho a alguien tu corazón estalla…
Emociones profundas en ocho minutos con variantes, percusión tribal en la intro y un progreso art rock con góspel, soul, blues, juegos vocales, arpegios guitarreros…
Se queda muy larga para lo que ofrece.

paul-mccartney-mccartneyiii-album-reviewEl corte más cañero del disco es “Slidin'”, y el único en que Paul se hace acompañar por otros músicos, el guitarrista Rusty Anderson y el batería Abraham Laboriel Jr.
El texto es tópico, evasión con el vuelo de una realidad gris, pero instrumentalmente y como composición, en medio tiempo con riff hard blues rock, no está mal.

Macca retoma el folk en “The Kiss Of Venus”, una de las varias piezas de “McCartney III” que podrían ser descartes del citado blanco de los Fab Four.
Canción desnuda en plan nana sobre constelación, estrellas, cielo.

El tema más Beatles del LP es “Seize The Day… aprovecha el día…
Carpe Diem con piano Rhodes y una estructura pop muy agradable, que evoca la fluida slide de George Harrison y la batería seca de Ringo con producción de Jeff Lynne.




“Deep Down”… quiero profundizar, hacerlo bien… es un funk lento, un relleno básico, muy repetitivo, con uso del armonio.

Termina el disco con “Winter Bird/When Winter Comes”.
En su comienzo retoma los punteos blues de la primera canción del álbum antes de progresar como un folk melódico dulce, elegante, que proviene de la época de su apreciable “Flaming Pie”.
En la pieza los zorros merodean a gallos y gallinas, se drena el huerto en labores de invierno bajo el sol… Botas de goma y desbrozadora. Vale.

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