Dirección: Lee Cronin.
Intérpretes: Alyssa Sutherland, Lily Sullivan, Nell Fisher, Gabrielle Echols.
Con guión de Lee Cronin (“Bosque Maldito”).
Sinopsis
Beth (Lily Sullivan) visita a su hermana mayor, Ellie (Aylssa Sutherland), quien reside en un apartamento de un gran edificio de la ciudad de Los Ángeles junto a sus tres hijos: Danny (Morgan Davies), Bridget (Gabrielle Echols) y la pequeña Kassie (Nell Fisher).
Tras un terremoto, Danny descubre un libro misterioso y unos vinilos que desatan un espíritu maligno que termina poseyendo a su madre.
Crítica
Quinta película de “Posesión Infernal” que arrastra a una familia a una situación de posesión y supervivencia.
El film se inicia con un prólogo con escenario afín al primer título de Sam Raimi. Cabaña aislada con esparcimiento juvenil, lago de aguas tranquilas, disfrute natural, lectura de “Cumbres Borrascosas” de Emily Brontë… un espacio bucólico trastornado por el poseso de turno (en este caso posesa), gustoso de airear sesos y levitar tras desmembrar al personal.
No faltan remedos del traveling rápido en perspectiva subjetiva del primer film.
Flashback al día anterior.
El escenario cambia totalmente. Estamos en una ciudad y en un edificio. Noche y lluvia, espacio oscurecido contrastado con el del prólogo.
Presentación rápida de la familia (aquí los personajes importan bien poco más allá de la creatividad en las situaciones splatter), y clave de “la curiosidad mató al gato” para establecer la posesión.
En ese momento se monta la mundial en la planta del edificio, agitando las cosas con montajes rápidos con cambios de perspectiva.
Una hermana, la heroína de la historia que demuestra su valía más allá de que la desprecien como groupie, asume la protección familiar en un espacio de claustrofobia con horror corporal y terror sádico con gore en abundancia.
Se aprovechan bien los físicos, los gestos, las risas de enajenación, las contorsiones, los ojos brillantes… la motosierra que no falte y tampoco los vómitos.
También hay guiños a las películas anteriores de Sam Raimi, aquí como productor.
Se echa en falta, ante tanto mondongo, vomitera y sangre, humor negro y un enfoque camp, que elevara sus rutinas exploitation con slasher poseído.
Una noche de barullo sin medida, gritos por doquier, baños de sangre en ascensor… y la vecina sin enterarse de nada.
La película se conoce también como:
“Evil Dead: El Despertar”
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