• Por AlohaCriticón

Primero quiero felicitarlos por la pagina, muchos de sus gustos se han convertido ahora en mios, aunque todos digan que escucho musica muy extraña.

Mando esto para preguntarles por su opinión sobre el compositor David Grahame.

Aram Nava.

No, qué va a ser música muy extraña. Para nada. Si David Grahame es un intérprete power pop muy accesible para todos los públicos, lo que sucede es que no está, como muchos otros, lo suficientemente promocionado.

En esto de escuchadores hay muchos “escuchantes”. En los extremos se encuentran los aborregados que sólo escuchan lo que otros ponen de moda de forma interesada y que como todas las modas pierden valor al siguiente día de aparecer (sino el mismo día), y los que van de especiales-experimentales que ya bordean el esnobismo y que suelen hablar mucho de lo poco que han oído. Respetando gustos, ni una cosa ni otra.

Al margen de esta pseudo-digresión, reincidir en que David Grahame es una pequeña delicia para los amantes del power pop con influencias del Merseybeat (Beatles y compañía), los Byrds, la psicodelia de Billy Nicholls, los Beach Boys, Emitt Rhodes, y el power pop de los 70 (Raspberries, Big Star, incluso tiene trazos de Tom Petty…).

¿Tú crees que las melodías tan estupendas de Grahame no iban a gustar? Si las machacaran en las radiofórmulas hasta alguno chulearía de politono en su móvil de súper-súper últimísima generación.

Tú haz escuchar la fenomenal “My Bycicle”, ¡¡vaya maravillosos juegos vocales!!, a un conocido y verás. O mejor, regálale el recopilatorio “Supergenius” para que conozca a este muy poco “explorado” pero valioso autor de power-pop.

Al margen de ese recopilatorio, ya sabes que tiene varios discos en estudio desde su aparición a finales de los 90. El último, que sepamos, “Eric” (2004). Otro, significativo en su título de su herencia como compositor, “Beatle School Graduate Class of 1970” (1999).