Dirección: Miguel Ángel Vivas.
Intérpretes: José Coronado, Ana Wagener, Asia Ortega Leiva, Pol Monen.
Con guión de Alberto Marini (“Mientras Duermes”, “El Desconocido”) y Miguel Ángel Vivas (“Inside”, “Extinction”).
Sinopsis
Jaime Jiménez (José Coronado) es un cirujano que reside y trabaja en Sevilla. Después de que su hijo Marcos (Pol Monen) reciba una paliza y quede en coma, Jaime, devastado anímicamente, investiga el asunto para dar con los culpables del suceso.
Crítica
“Tu Hijo” es una dura historia centrada en un padre roto, dolido, descompuesto, que busca explicaciones sobre lo ocurrido a su hijo, busca a quienes han dejado a su hijo en el hospital al borde de la muerte tras una paliza, busca venganza.
Es un drama familiar y social combinado con aspectos de thriller.
Se narra desde el punto de vista de Jaime, el protagonista absoluto con un José Coronado llevando el peso interpretativo lleno de matices, de registros diferentes, miradas, silencios, gestos que dicen más que las palabras, no mostrando lo irrelevante sin descuidar detalles.
“Tu Hijo” es un relato de dolor, violencia, venganza, pero sobre todo del complejo vinculo que se establece entre padres e hijos, el instinto de protección, con subtramas paralelas reforzando la idea de la defensa un hijo por encima de todo, independientemente del entorno, de la clase social.
Se ambienta en varios espacios sevillanos… un barrio burgués, la casa de un cirujano, en un ambiente frío; en discotecas de suburbio; barrios humildes de casas atiborradas de objetos con la tele siempre encendida… gran parte de la película transcurre en espacios cerrados, reducidos, dentro de un coche que recorre la ciudad, ambientes interiores, oscuros.
El film se rueda con una reducida profundidad de campo, casi pareciendo una metáfora del que vive encerrado en un mundo interior marcando la distancia y el desconocimiento que supone para un adulto y el universo de los adolescentes actuales, para los que todo se graba, todo se fotografía, todo se comparte… familiarizados con los excesos, con los abusos.
Los giros de guion no resultan nada previsibles. Sabe mantener la tensión con un ritmo de narración pausado y una intriga que se va resolviendo poco a poco, los planos, las miradas… tienen el tiempo adecuado, resultando además una historia que se cierra de forma correcta, sin caer en lo fácil y ahondando en la protección paterno-filial a pesar de la dura realidad.
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