Dirección: Mark Williams.
Intérpretes: Liam Neeson, Emmy Raver-Lampman, Taylor John Smith, Aidan Quinn.
Con guión de Mark Williams (“Juego De Asesinos (Copshop)”) y Nick May.
Sinopsis
Travis Block (Liam Neeson), veterano de la Guerra de Vietnam, trabaja para el FBI ocupado en ayudar a agentes metidos en misiones complicadas.
Travis quiere jubilarse y pasar más tiempo con su familia, en especial con su nieta Natalie (Gabriella Sengos).
Sin embargo, la muerte en Washington de una activista, Sofia Flores (Melanie Jarnson) y la detención de otro agente del FBI, el infiltrado Dusty Crane (Taylor John Smith) vinculado a la investigación de esa muerte junto a una periodista, Mira Jones (Emmy Raver-Lampman), lleva a Travis a involucrarse en el caso.
Crítica
Tras “Un Ladrón Honesto”, Liam Neeson volvió a colaborar con el director y guionista Mark Williams (conocido por la teleserie “Ozark”) en otra intriga barata sobre corruptelas del FBI.
La película, al igual que otra cinta reciente con Neeson encabezando el reparto, “La Memoria Del Asesino”, dota al protagonista de una singularidad mental dentro de un thriller de acción pero sin que tal característica se manifiesta con creatividad en el progreso y resolución de la trama.
Si en “La Memoria…” era una incipiente demencia, aquí es la paranoia, un comportamiento obsesivo-compulsivo.
La historia, siempre agradecida la crítica a los chanchullos del poder para fastidiar/destruir la vida del ciudadano libre, es mediocre, con maneras de telefilm, con suficiente acción pero sin sorpresa en motivos y resolución.
Liga actos cliché de corrupción, traición, chantaje, el personaje protagonista al borde del retiro que termina metido en líos… y problemas familiares para engordar el conflicto, ahora con Liam en plan abuelo preocupado.
Serie B genérica.
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