Para torturar a un hombre tienes que conocer sus placeres.
Un sueño solo puede triunfar sobre la realidad si se le da la oportunidad.
Subes para llegar a la cima, pero una vez allí descubres que todos los caminos conducen hacia abajo.
Si el hombre tuviese más sentido del humor, las cosas hubieran salido de otra manera.
Los caníbales prefieren a los que no tienen espinas.
No tenemos necesidad de otros mundos. Necesitamos espejos.
Las ideas, como las pulgas, saltan de hombre a hombre, pero no pican a todo el mundo.
Nunca leo para matar el tiempo. Matar el tiempo es como matar a la esposa o a un hijo. No hay nada más precioso para mí que el tiempo.