Es Halloween, la noche de brujas en un pueblo del Medio Oeste, y Joe Pipkin ha desaparecido.
Sus amigos, entre ellos Tom Skelton, disfrazados de monstruos, intentan encontrarlo.
Su búsqueda les lleva a una casa aislada, terrorífica, en donde vive el misterioso Mortajosario.
Crítica
Libro del año 1972 escrito por Ray Bradbury.
Muy alejado de sus obras para adultos más conocidas, como “Fahrenheit 451”, este libro es una fantasía juvenil que encuentra a un ser próximo a la muerte (o la muerte misma) como instructor del origen de Halloween a un grupo de niños.
Es una iniciación educativa a la muerte… “nada de premios, prendas, prensas”…
El libro, con toques de terror gótico en una aventura infantil, tiene imaginación y evoca visualmente con creatividad en sus descripciones escenarios que ligan muerte y fiesta, ponderando la amistad y el sacrificio.
Sin embargo, la historia, narrada en tercera persona, carece de encanto, se encadenan escenarios (Egipto, París con la Notre Dame y guiños a Victor Hugo, México y su Día de los Muertos…) alternando lo simple y lo farragoso, convirtiendo la épica fantástica en un aburrimiento.