Dirección: Miranda July.
Intérpretes: Miranda July, John Hawkes, Miles Thompson, Brandon Ratcliffe.
Christine (Miranda July), además de trabajar como taxista para personas mayores, desarrolla sus ideas artísticas a través del video. Por su parte, Richard (John Hawkes) acaba de separarse de su mujer y ha empezado una nueva vida acompañado de sus dos hijos. Los caminos de Christine y Richard se cruzarán cuando ella visita la zapatería donde trabaja Richard.
A Miranda July se la puede calificar como la revelación de la temporada, o bien, la mejor debutante del año 2005, si se hacen caso a los galardones obtenidos en éste, su primer largometraje.
July es, en realidad, una artista del formato multimedia que se mete en el mundo del cine por la puerta que da entrada al laboratorio de guiones de Sundance. Después de haber trabajado duro sobre lo que quería trasladar a la pantalla, lo saca a la luz con el consiguiente reconocimiento del Festival estadounidense y, ya en Europa, Cannes.
“Tú, yo y todos los demás” es la mirada personal de July a un ambiente peculiar, mostrando el universo de cada uno de los personajes que rodean a la insegura y extraña Christine.
En July se pueden encontrar semejanzas creativas respecto al imaginario que se desarrolla en la obra de Isabel Coixet. Aunque también pudiera establecerse un paralelismo con “Happiness” (1998), la obra un tanto rompedora de Todd Solondz. El guión de July no está construido tomando como referencia un punto de vista, sino que avanza alternando situaciones que acaecen a los distintos intérpretes de la narración.
Los actores con los que cuenta July son poco conocidos, a excepción de John Hawkes que ha trabajado, entre otras, en “Abierto hasta el amanecer” (1996) o “La tormenta perfecta” (2000). No obstante, cabría resaltar el trabajo del pequeño Brandon Ratcliff, cuya naturalidad y serenidad llaman poderosamente la atención. El episodio en el que chatea con alguien al otro lado de la red, aunque sea un recurso que ha sido ya utilizado en la reciente “Closer” (2004), es de lo más sobresaliente de esta ópera prima de July.
Alberto Alcázar