• Por Antonio Méndez

la duquesa cartel poster the duchessDirección: Saul Dibb.
Intérpretes: Keira Knightley, Ralph Fiennes, Charlotte Rampling, Dominic Cooper.

Película basada en una novela de Amanda Foreman (“Georgiana. Duquesa De Devonshire”, Editorial Omega).
Con guión de Jeffrey Hatcher (“Belleza Prohibida”, “Casanova”), Anders Thomas Jensen (“En Un Mundo Mejor”, “Amor Es Todo Lo Que Necesitas”) y Saul Dibb (“Bullet Boy”).

Sinopsis

Siglo XVIII.
Georgiana (Keira Knightley) es una aristócrata influyente que tanto deja su huella en la moda como en la política inglesa tras su boda con el duque de Devonshire (Ralph Fiennes).
Las relaciones extramaritales de los duques serán también centro de atención de las habladurías del país.

Crítica

la duquesa review critica the duchessMelodrama de época basado en un libro de Amanda Foreman, la hija del guionista “cazabrujado” Carl Foreman.

La película es una historia con centro femenino y base en las penurias de su personaje aristocrático principal.
A través de sus aflicciones sentimentales y ambiciones personales se nos ofrecen rasgos superfluos sobre roles sociales, contextos políticos y costumbres del período.
El trayecto personal de su relación infeliz parece incidir en un paralelismo con su descendiente Lady Di.

Al margen de tales cotejos, el film es como el personaje de Ralph Fiennes… frío, indiferente, distante… siendo lo más destacado, como otros tantos productos similares que manejan un cuantioso presupuesto sin que se diferencien casi nada unos de otros, su exquisito diseño de producción.

La interpretación de Keira Knightley, una actriz bastante usual en estas cintas de corpiño en ambientes palaciegos, no arrebata el ánimo pero se beneficia de un símbolo de aparente independencia en un entorno encorsetado.
El guión no convence con un retrato sesgado y básico (cuando no demagógico) de una sociedad en la que algunas mujeres de vida rica y lujosa, casadas en plan contrato comercial, eran convertidas en simples objetos paritorios y/o muñecas de placer.

Sus enredos amorosos son predecibles, y las inquietudes de mujer audaz y no convencional (vistas desde una perspectiva convencional) no descubren nada nuevo, recayendo en lo insubstancial y en la monotonía sentimental lujosa.

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Keira Knightley
Ralph Fiennes


review movie la duquesa¿Se puede ser medianamente libre?, o de modo más preciso, ¿se puede ser completamente libre?, quizá algunas personas sólo juegan a ser libres u ostentan serlo por el medio equivocado, en muchas ocasiones las cosas suelen ser un vil engaño.

Víctima del régimen social en el cual vivió, Georgiana la Duquesa de Devonshire, fue una mujer atrapada por las obligaciones establecidas a su propio sexo, así como las libertades del sexo opuesto.

“La duquesa” no será una gran sorpresa para aquellos que tengan alguna noción sobre mujeres atrapadas dentro de ciertos roles sociales, sobre todo de aquellas que vivieron en los siglos XVI, XVII y XVIII, donde la obligación de una mujer aristócrata era dar herederos y no poner objeciones a las demandas de su marido.

Sin embargo cabe destacar que no todas las mujeres se han ceñido a dichos mandamientos, podemos citar a María Antonieta con su toque tan exquisito como escandaloso, así como Elizabeth I y María Tudor (ambas con la espada desenvainada), hasta Elizabeth de Austria, Josefina de Beauharnais y ¿por qué no?, también Lady Di.

De cierto modo podría ser un poco absurdo tomar a la Duquesa de Devonshire cuando han existido un sinfín de mujeres bajo las mismas circunstancias, féminas más interesantes e intrigantes pero quizá demasiado conocidas; por lo mismo es paradójicamente atractivo sacar de la espesura a un personaje prácticamente desconocido.

Sustentándose en la premisa de ser el antepasado de la Princesa Diana, el libreto intenta implementar algunos paralelismos en la vida de ambas mujeres, sin embargo no pasa de ser una técnica propagandística sumamente efectista.

La película que no sólo retoma los amores y desamores de su protagonista, también nos muestra los tormentos a los cuales se debía resignar como esposa, madre, amante, amiga, mampara social, persona reprimida. Con un mínimo de expresión permitida al sexo femenino, la protagonista se hace de algunos “premios de consolación” dentro de una sociedad machista; colocándose como uno de los grandes íconos de la moda (sus peinados recuerdan a los que utilizó Tilda Swinton en “Orlando” y Kristen Dust en “María Antonieta”) Georgiana entiende cuales son las pocas satisfacciones que podía tener como mujer, por muy vanas que fueran.

La historia se aborda de un modo esquemático pero funcional. El director Saul Dibb se hace de algunos clichés que finalmente se convierten en algo práctico aunque su trabajo no sea muy osado, y es aquí donde yace uno de los graves errores de la película, pues ambiciona demasiado con la historia que desea contar, pero inevitablemente no sabe como plasmarla en la pantalla sin que parezca un poco relamida.

No obstante, a pesar de ser una propuesta poco sorprendente, en ocasiones llega a emocionar, exaltar y desgarrar al público, pues finalmente la infravaloración de la mujer no es poca cosa.

Por lo mismo, es necesario señalar que el filme no es un alegato feminista, sino una visión de la feminidad del siglo XVIII, bien ataviada con un excelente vestuario, así como filmada en localidades sofisticadas y adecuadas.

El problema medular es que a los guionistas, Jeffrey Hatcher y Anders Thomas Jensen (que adaptaron la novela homónima de la escritora Amanda Foreman) tanto como a su director, les ha faltado decisión en la culminación de la historia, era necesaria una visión más tajante (aunque no fuera muy satisfactoria la verdad), en cambio los colaboradores de la producción nos dan un “premio de consolación”, cual si fuéramos féminas de aquella época, insinuándonos que lo único que nos queda es resignarnos ante un final muy blando.

Lucio Rogelio Avila Moreno

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