Crítica

Los melómanos que gusten de indagar en los tesoros ocultos de la época cumbre del pop-rock disfrutarán de lo lindo con este hallazgo.
Sus autores eran galeses, concretamente de Cardiff, y este álbum es el único y lúcido testimonio de su buen hacer. No inventan ni revolucionan nada pero dejan para la historia un puñado de estupendos temas interpretados con mucha clase y buen estilo, aunque el disco carezca del empaque y la unidad de las grandes obras.




Es una mezcla de refinado pop psicodélico y vibrante rhythm’n’blues con especial protagonismo para el pianista Charlie Barber y el guitarra Rob Ingram. Su escucha trae a la mente a gente como Beatles, Who, Pink Floyd, Creation, Tomorrow o Yardbirds. De estos últimos versionan la animosa “Psycho Daisies”, mientras que “Rock Me Baby” es una gran adaptación del clásico de BB King.

“Sporting Life” es un tema tradicional lento de puro blues que ya había sido grabado previamente por los Lovin’ Spoonful. El resto son valiosas composiciones propias entre las que destacan “The Otherside” (deslumbrante joya de pop psicodélico compuesta por el bajista Jeff Harrad), “Queen Of Hearts Blues”, “Mr. Jones” o “Buffalo Billycan”.