No sé si conocéis las relativamente recientes polémicas en torno a ciertos cineastas/gente del mundillo y cierta prensa generalista. Más concretamente la carta firmada por nosecuantas “firmas pertenecientes al ámbito cinemátografico” a El País http://www.elpais.com/articulo/opinion/PAIS/cine/elpepuopi/20080913elpepiopi_8/Tes así como la diatriba de Almódovar contra la cobertura de cierto festival por parte del mismo periódico http://www.elpais.com/articulo/cultura/Almodovar/carga/cobertura/Pais/Festival/Cannes/elpepucul/20090527elpepucul_8/Tes ¿Qué reflexiones provocan en vosotros estas controversias? ¿demostrativas del ego/snobismo/talibanismo de ciertos cineastas, del nivel paupérrimo de la crítica/información en prensa general, de la riqueza del debate intelectual en nuestro país (sí, esto lo he leído en algún sitio)? En fin, me gustaría que comentaseis algo.

Jesús.

Pues no provocan ninguna controversia porque ni nos interesa lo que dice la gente que cita en sus enlaces ni tampoco las respuestas de Almodóvar. De Almodóvar lo único que nos interesa es su cine, y cada vez es más vacuo y convencional.

El cine español actual es objetivamente muy pobre, raro es que alguna película destaque por una u otra causa.

Aunque no la seguimos demasiado, el nivel de la prensa “generalista” es también muy mejorable, pero allá la gente con lo que lee o escucha. Ahora con Internet habría que convertir en residual esas informaciones que se mueven por modas, por promoción, tópicos, rellenos, por “malcopias”, por tratar algo de lo que no se conoce en profundidad… Hoy mismo yendo en el coche hablaban de rock en una emisora mass media y decían unas gilipolleces y valoraciones sobre David Bowie que irritaban. Y lo peor es que eran cuatro o cinco y ninguno discrepaba… seguro que piensan que “Ziggy Stardust” es un cómic, “Hunky Dory” un perro y la trilogía de Berlín la obra extática-estática de algún cineasta alemán. Una persona puede tener una valoración de algo, pero tiene que conocer ese algo.

Es injusto generalizar, pero el nivel intelectual de España por la confrontación pueril tiene mucho que madurar en casi todos los campos, en nociones sociopolíticas, en espíritu crítico que evite el aborregamiento, en el respeto al pensamiento ajeno, en la evasión del mero narcisismo ideológico, en abandonar el servilismo que causa vivir de la subvención…