Crítica
El escritor Christopher Paolini expande su fantasía aventurera de “El Legado” tras “Eragon” y “Eldest” con “Brisingr”, una novela en la que Eragon intentará rescatar a Katrina del rey Galbatorix y ayudar a los vardenos.
Las historias del joven Paolini no ofrecen sorpresa alguna en el tratamiento heroico con un relato iniciático de valor y lucha por la justicia, pero tampoco pretende más que entretener a su audiencia juvenil teniendo claras sus ascendencias literarias (Tolkien, Ende, LeGuin, McCaffrey, Lewis…) y cinematográficas (George Lucas y sus aventuras galácticas de influencia medieval).
En fiebre de fantasías juveniles no resulta extraño su éxito a causa de la ingente promoción y la familiaridad de sus conceptos literarios.
La narración abunda en estereotipos, en la creación de conflictos sin originalidad (cuando no forzados), y en excesos descriptivos de ambientes y verborreicos entre personajes, que lo único que hacen es expandir con redundancias y naderías una historia que podría ser contada en cien páginas si se centrara en lo que importa: los motivos de sus personajes, sus conflictos y las resoluciones de sus acciones.