• Por Antonio Méndez

oscar-wilde-gigante-egoista-critica-sinopsisSinopsis

Unos niños juegan en el jardín del castillo de un gigante, lleno de pájaros y verdor en su colorida vegetación. Tras siete años de ausencia, el gigante deja el hogar de su amigo, el ogro de Cornualles, para regresar a su castillo, expulsar a los niños de su jardín y construir un gran muro para prohibirles la entrada.
A partir de ese momento, el jardín del gigante conoce un invierno perpetuo, con frío, nieve, escarcha, viento, granizo… Todo cambia cuando los niños se cuelan por el muro y la primaver renacen en el lugar… ¿qué hará el gigante?

Crítica

Como en otro famoso cuento de Oscar Wilde publicado en el año 1888, “El Príncipe Feliz”, el autor irlandés recurre a la religión y a la simbiosis de personajes y entorno natural en uno de sus relatos cortos para niños, “El Gigante Egoísta”, fantasía con el típico gigante de malos modos progresando de forma previsible en “gigante amable”.

En el cuento, de esencias navideñas, Wilde lanza mensajes positivos, valorando la necesidad de cambiar actitudes mezquinas, el beneficio de compartir para lograr armonía y felicidad, para disfrutar de buenos y alegres tiempos y no cerrarse en egoísmos que conducen a pesadumbres y entornos nefastos.
El giro cristiano puede que choque a algunos.