• Por AlohaCriticón

Los Explorers Club son un conjunto de Carolina del Sur que intenta calcar las luminosas propuestas de pop psicodélico y barroco de los Beach Boys de la gran etapa musical de mediados de los 60, con ecos también del muro de sonido de Phil Spector (influencia clave para Brian Wilson), y otros conjuntos significados por las armonías y juegos vocales, como The Association, The Turtles, Millennium, Sagittarius, Four Seasons, Monkees, Sunshine Company, etc., etc.

Lo cierto es que sus sonidos sunshine pop (sin el esencial cruce compositivo entre la mente torturada-drogada de Brian Wison y los sonidos melancólicos-soleados de su grupo) en su etapa psico-barroco-experimental) podrían ser grabados a mediados de los años 60, hecho que podrá satisfacer a los muchos amantes del período, pero la originalidad es cero, nula, inexistente, con remedos no sólo del “Pet Sounds”, sino del “Today”, “Smiley Smile” o de “Wild Honey”.

Todo lo dicho anteriormente no es óbice para que el conjunto de las canciones-fotocopias no resulten gratas en su escucha, con mimo en los arreglos y búsqueda de la melodía perfecta pop.

El disco se abre con “Forever”, un tema iniciado con percusión a lo Phil Spector-Ronettes y desarrollado con una copia beachboyera de armonías vocales, expresión romántica y nostálgica con falsete y arrullantes coros.

En la psico-garage “Honey, I Don’t Know Why” utilizan un piano, órgano y una voz más aguerrida (al estilo del Paul McCartney más rockero), sin desprenderse de sus armonías vocales y con el empleo de alguna guitarra con sonidos blues.

“Don’t Forget The Sun” y “Lost My Head” son canciones pop muy soleadas con dulces melodías y juegos vocales a lo Curt Boettcher o Association (por no repetir a los Beach Boys, constante presencia en el álbum con Brian Wilson –visto lo visto- como auténtico ídolo de estos compositores).

El disco es un continuo duplicado de los Beach Boys, sea las anteriores o las siguientes, como “Do You Love Me”, el instrumental “Summer Air”, que evoca también a los Shadows, “If You Go”, balada con estilo y guitarras burbujeantes, “In The Country”, otro corte lento con piano vodevilesco y espléndidas armonías vocales, o “Hold Me Tight”, otro ejercicio beachboyesco sin un mínimo de inventiva propia. Una cosa son las influencias y otra la simple fotocopia.

“Last Kiss” se acerca más al bubblegum-pop con una comunión entre los Ohio Express y los Four Seasons, mientras que en “Freedom Wind” vuelven a trazos mccartnieros y pretenden realizar su propio himno a lo “Hey Jude”. Quizá el próximo disco sea una imitación de alguna etapa de los Beatles o de alguna de los Stones o de alguna de los Byrds. Nunca se sabe.