Crítica
Este primer disco de los Stone Roses es el álbum clave del sonido Madchester. Recuperación original en la parte final de los 80 de las atmósferas lisérgicas y el jangle pop de los 60.
Mezcla de los Byrds con el post-punk de los Chameleons, el funk y los bailes ácidos del período. Voces mórbidas, susurrantes, insinuantes. Ritmos templados. Guiños a Simon & Garfunkel en “Elizabeth My Dear”. Imprescindible la versión estadounidense con los clásicos “Fool’s Gold”, pegajoso psicofunk, y “Elephant’s Stone”, tema con un pie y medio en los años 1966 y 1967. Otros cortes para disfrutar: “I Wanna Be Adored” y “She Bangs The Drums”. A su estela: Inspiral Carpets, Happy Mondays…