Dirección: Denis Villeneuve.
Intérpretes: Amy Adams, Jeremy Renner, Forest Whitaker, Michael Stuhlbarg.
Película basada en un relato de Ted Chiang. Con guión de Eric Heisserer (“La Cosa”, “Destino Final 5”).
Sinopsis
Unas naves espaciales han aterrizado en la Tierra.
La lingüista Louise Banks (Amy Adams) intentará, junto su equipo, descifrar el motivo de su visita.
Crítica
Denis Villeneuve aparcó los thrillers criminal-policiales tras “Prisioneros” y “Sicario” para rodar esta historia con contacto extraterrestre.
La película es una sobrevalorada mezcla entre drama psicológico, documental y misterio en clave de ciencia-ficción manejado en tono sesudo y sereno, con una atmósfera fría que evita efectismos pueriles con empacho de CGI, y comulga estéticas y conceptos de autores como Christopher Nolan, Steven Spielberg o Stanley Kubrick.
Con centro en el personaje interpretado por Amy Adams, traumada por una relación con su hija, el film aboga por cuitas de fácil acomodo “humanitario”, como la comunicación, el entendimiento, la interpretación, la comprensión, la cooperación, para lograr acuerdos, fines, provechos futuros… empleando rutinas científicas y una noción simplona cuando no totalitaria, de la globalización del pensamiento, de las actitudes, que homogenicen al ciudadano para convertirlo en masa coactiva bienpensante-actuante.
Para lograr tal propósito, Villeneuve y el guionista Eric Heisserer, basándose en un texto de Ted Chiang, crean un relato extenso, lánguido, moroso, monótono, de mensajes básicos y emociones distanciadas, sublimado, con esencias de cientificismo salvamundos, por un enfoque pomposo de aparente reflexión.
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