Dirección: J. Lee Thompson.
Intérpretes: Gregory Peck, Omar Sharif, Telly Savallas, Julie Newmar.
Con guión de Carl Foreman (“Solo Ante El Peligro”).
Sinopsis
Un bandido llamado Colorado (Omar Sharif) intenta hallar un legendario desfiladero lleno de oro.
Para ello retiene al marshall MacKenna (Gregory Peck), quien conoce el mapa que le puede conducir al lugar.
Crítica
Con guión y producción de Carl Foreman, J. Lee Thompson adaptó una novela de Heck Allen para rodar este estimable western centrado en una búsqueda épica de oro.
La película se introduce con uso de una voz en off que nos narra los pasos históricos que fundaron la mítica de la ubicación del metal que titula el film.
Al mismo tiempo que el narrador va comentando aspectos legendarios de la conquista española de América o de los indios apaches, la cámara alterna planos detalles y generales aéreas de buitres, con travellings que exhiben la grandeza desértica en la cual transcurre la mayoría de esta historia de fiebre áurea con codicia y deseos de mejora.
Más tarde aparecen a los primeros personajes: un viejo indio y el marshall MacKenna (llamado “comisario” en el doblaje), un escéptico sobre la presencia de oro que se convertirá en pieza fundamental de la trama (no en vano está interpretado por Gregory Peck).
Este inicio sosegado se rompe de forma súbita con intercambio de disparos y montajes que acentúan el eco de los disparos en el ambiente árido y solitario.
Es el primer combate de las muchas pugnas que la película conocerá en los largos minutos posteriores.
A veces se le va la mano a Thompson con tanto manierismo subjetivo, pero ello no deja de ayudar a otorgar una sensación paranoica a la búsqueda obsesiva, y a acerar las situaciones tensas entre un diverso grupo que poco a poco va menguando su número.
El film es enérgico sin caer en la aceleración, posee una meritoria banda sonora de Quincy Jones (con canción de José Feliciano, quien canta en español e inglés) y un plantel de intérpretes repleto de conocidos nombres. Entre ellos Edward G. Robinson como ciego testigo del oro, o Julie Newmar como sexy india que luce su cuerpo desnudo bajo el agua. Seguramente sobre el chisme romántico que esta última mantiene con Gregory Peck con la sueca Camilla Sparv como tercer vértice del triángulo, alguna transparencia podría tener mejor trato, y se desperdicie a varios personajes secundarios que podían dar más juego al asunto. A pesar de ello, un muy buen título de aventuras en el Oeste.
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