Sinopsis

En Malmö, la policía Leonore Asker ha sido destinada al departamento de Unidad de Casos Perdidos.
Cuando Smilla Horst, perteneciente a una familia adinerada, y su exnovio Malik Mansur, desaparecen, Asker se ocupa del caso, ayudada por Martin Hill, profesor de arquitectura y experto en exploración urbana.
Todo parece indicar que el asesino es la misma persona que está alterando las escenas de una maqueta ferroviaria en la que aparece la figura de la chica desaparecida.

Crítica

Un nombre más para la novela nórdica traspasando fronteras, Anders de la Motte, escritor que antes fue policía, por lo que conoce bien el ambiente de esta entretenida novela de intriga criminal con asesino en serie.

Estructurada en capítulos cortos, titulados con el nombre de distintos personajes, la novela se sigue con fluidez sin resultar precipitada en su ritmo.

El autor hurga en el pasado de los protagonistas sin demasiada creatividad pero sabe dotar de fondo psicológico a algunos de ellos, en especial a Leo Asker.

Busca singularidad en el retrato de los distintos miembros de la unidad que investiga el caso (al estilo de Jussi Adler-Olsen), y la trama tiene, de forma original, un motivo de exploración urbana, nombre rimbombante para buscar lugares abandonados, lo que conlleva en la investigación la aparición del arquitecto Martin Hill.

La historia acumula sospechosos y giros, resolviéndose con suficiencia dentro de los cánones del thriller escandinavo estilo Jo Nesbo o el citado Jussi Adler-Olsen.