Crítica
Octavo álbum en solitario del guitarrista Ace Frehley, el Spaceman de los KISS.
El disco es un clásico álbum hard rock directo, melódico, con textos sin pretensiones, entre la crítica sociopolítica y lo romántico-sexual.
El LP está co-producido por Frehley junto a Steve Brown, quien también toca varios instrumentos a lo largo del álbum.
Se abre con la canción que titula el disco, la pegadiza canción “10.000 Volts”, con Ace poniéndose cachondo con una mujer que le pone a cien, bueno, a 10.000 voltios.
El ubicuo Anton Fig en la batería.
En “Walking In The Moon” parece continuar con la moza previa, le lleva a la luna, le lleva al éxtasis, le salvó la vida.
Es una balada con el potente guitarreo que se espera de Ace.
Gran riff y estribillo himno en “Cosmic Heart”, canción lenta arena rock con Frehley afirmando su independencia tras sus múltiples experiencias vitales: nadie me cambiará, no me hipnotizarán…
“Cherry Medicine” suena casi como un power pop de Weezer. Se repite en el sencillo texto de cura amorosa tipo “Walking In The Moon”: eres mi medicina, me haces sentir mejor cuando estás vestida de cuero negro…
Más sentir romántico con “Back In My Arms Again”, otra balada, ahora como un pop-rock nostálgico de radiofórmula.
“Fightin’ For Life” es un tema rock con ánimo de lucha en un mundo caótico con centro en un tal Johnny. Himno hard rock que recuerda al “Rockin’ In The Free World” de Neil Young.
Intro a capela con “Blinded”, canción con riffs pegadizos que le devuelve al hard rock 70s con un texto que retoma la sociedad en crisis, de control totalitario tecnológico, programada para el miedo: ceros y unos gobiernan el mundo…
“Constantly Cute” es un medio tiempo con Ace cambiando su registro vocal, acompañado en coros por Lara Cove, y el bajo de Steve Brown dominando la pieza.
Es como un cruce entre los citados Weezer y los Rolling Stones de los años 80.
Eric Ragno toca el mellotrón en el blues rock lento “Life Of A Stranger”, otro agradecimiento del ex KISS por haberle “salvado la vida”.
“Up In The Sky” retoma la pérdida de control en un futuro incierto. Instrumentalmente es un corte tan cañero como melódico.
Termina el álbum con el instrumental “Stratosphere” que pone punto y final al disco en tono tranquilo.