Dirección: Mark Robson.
Intérpretes: Boris Karloff, Ellen Drew, Marc Cramer, Katherine Emery.
Con guión de Ardel Wray (“Yo Anduve Con Un Zombie”, “El Hombre Leopardo”).
Sinopsis
Grecia, 1912. Oliver Davis (Marc Camer), corresponsal de guerra, acompaña al general Nikolas Pherides (Boris Karloff) a la isla en donde se encuentra la tumba de su esposa. Para sorpresa de ambos, la tumba aparece profanada y sin el cuerpo de la mujer.
Crítica
El maestro de la atmósfera intrigante, siniestra, turbadora, el gran productor Val Lewton, se inspiró en la pintura “La Isla De Los Muertos” del suizo Arnold Böcklin, para rodar este subestimado título RKO con dirección de Mark Robson, fotografía de Jack MacKenzie, dirección artística de Walter Keller y Albert S. D’Agostino, y guión de Ardel Wray, con quien Lewton ya había colaborado en excelentes películas previas, tan recomendables como ésta, como “Yo Anduve Con Un Zombie” o “El Hombre Leopardo”.
El film, conocido también como “La Isla De La Muerte”, dura poco más de 70 minutos, y narra con un excelente empleo atmosférico del sonido y la fotografía de raíz expresionista, una sugestiva historia de vampiros, mitología… con caracteres con personalidad -excelente Boris Karloff– y un aspecto visual admirable.
Pequeña gran película a revalorizar, como casi todos los títulos producidos por Val Lewton en los años 40, antes de su temprana muerte a los 46 años en el año 1951.
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