• Por Antonio Méndez

neil young tonights the night album review cover portadaCrítica

Este LP es uno de los mejores discos de Neil Young (¿o el mejor?), músico con una extensa carrera plagada de obras maestras en los años 70 y finales de los 60.

Ofrece un intenso recorrido emocional por el alma de una persona sensible, dolorida por la muerte de dos de sus mejores amigos, el roadie Bruce Berry y el guitarrista de los Crazy Horse, Danny Whitten, ambos fallecidos a causa de sendas sobredosis.


Triste, pesaroso, melancólico o desesperanzado son algunos de los calificativos aplicables a este excepcional trabajo en el que además de colaborar los restantes Crazy Horse auxilian en el lamento sonoro del canadiense grandes músicos como Nils Lofgren y Ben Keith.

El importe de las drogas y la existencia y angustia vital en once temas de conmovedora, desnuda factura vocal e instrumental, entre ellos “Mellow My Mind”, “Albuquerque” o la homónima “Tonight’s The Night”, piezas que edifican una obra maestra que incluye la canción en directo co-escrita con Whitten “Come on Baby, Let’s Go Downtown”, el tema de enfoque más jubiloso de un disco imprescindible.