Crítica

Tras su debut en Caroline Records con “Gish” en el año 1991 y en plena efervescencia grunge, los Smashing Pumpkins alcanzaron el éxito en radiofórmulas con su segundo álbum en estudio, este “Siamese Dream”, un disco editado en Virgin en el que, como en el anterior, volvieron a colaborar en la producción Billy Corgan con Butch Vig, con Billy también los arreglos de cuerdas.

Corgan, líder y autor principal de la banda de Chicago, también se ocupó de casi toda la instrumentación, desechando partes de otros componentes, aunque sí suenen en sus cortes la guitarra de James Iha, el bajo de D’arcy Wretzky y la batería de Jimmy Chamberlin.
También, en “Soma”, el piano del miembro de REM, Mike Mills.

Temas de introspección, alienación, familia, con poética oscura, críptica, instrumentación densa y enfoques épicos son partes de un LP importante del período, que tanto se ubica en el grunge como en el hard rock/metal o en la psicodelia/shoegazer, con algún trazo progresivo.

El disco se les quedó un tanto largo, pudiendo eliminar algún corte de relleno o reducir alguna pieza. Vamos a escucharlo:




“Cherub Rock”.
En esta canción en medio tiempo, Corgan carga tanto contra el negocio de la industria del “comercio por comercio y el rock me da igual si no vende”, como contra la pose “indie/alternativa”. Siempre a través de su lírica peculiar, enredada.
Hay elementos derivados de Rush, riffs metaleros conviviendo con texturas shoegazer y la expresión vocal apasionada, melódica, de su autor, que contrasta en ocasiones con la densidad y aspereza instrumental.

Ritmo intenso el de “Quiet”, un tema que le retrotrae a su infancia creando un escenario de sueño en contexto caótico, de soledad.
Atmosférica, entre el proto-stoner de Black Sabbath, el grunge y el noise, con Billy con voz nasal felina, entre dulce y catártica.

“Today” es una de las canciones más conocidas de los Smashing Pumpkins.
Trata el suicidio en un tono luminoso e irónico.
Punteos limpios, melodía de fácil escucha para público FM, convivencia acústica-eléctrica y variantes de tempo típicamente grunge con toques Pixies.

Hay varias piezas muy largas en “Siamese Dream”. Una de ellas es “Hummer”, con Corgan perorando sobre fe, pecado, la vida como un lastre y disquisiciones sobre el amor.
Es un corte destacado, con variantes en tempo y estilo, con pegadizos riffs. Prog rock modo space rock, stoner rock.

Otra canción sobresaliente de este LP es “Rocket”, intro de rock psicodélico con angustias existenciales… extraño todo lo que nunca seré… seré libre de esas voces dentro de mí… con una interesante estructura en la que caben riffs orientales y tramos de psicoblues ácido.
Uno de los mejores momentos del disco.

“Disarm” es una canción lenta, melódica y acústica con orquestación estilo Phil Spector, sonido de campana y destaca percusión, con Billy arreglando las cuerdas con acertados arreglos vocales, para intensificar la pieza, en su tramo final.
Corgan vuelve a los conflictos de infancia y familia, con reproches y espejos de asesinos entre parentela. Violencia doméstica con sonrisas.




“Soma”, derivada del “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley, trata una ruptura amorosa, parece que con su novia Chris Fabian, en siete minutos de escapismo al dolor, de inmersión en la soledad.
Mills, como se indicó, toca aquí el piano, en un corte con pegadizo riff de guitarra en sus partes lentas que endurece en modo grunge la instrumentación con el transcurso del tema para devolvernos a la quietud en una textura más psicodélica.

“Geek USA” es un funk metal de ritmo rápido y bizarro texto con variantes en tempo, algo usual en las estructuras de las canciones de Corgan.

“Mayonaise” es otra pieza larga aunque un tanto lineal prorrogando la melodía principal sobre muro de fuzz guitar, sonido sucio con una pegadiza línea de guitarra introduciendo y terminando estrofas.
Buen corte que mezcla el grunge con el shoegaze.

Retoma la guitarra acústica en “Space Boy”, canción dedicada a su hermano discapacitado Jesse, ligándose como outsiders.
Tempo lento y bases folk rock con uso de mellotrón. La melodía no engancha.

“Silverfuck”, corte de 9 minutos, es otra de las cumbres de “Siamese Dream”.
Catarsis psicoprogresiva 70s, también podría ser un stoner rock que podrían grabar Kyuss.
Distorsión, agitada percusión, paranoia en cimiento hard rock ácido.
Corgan escucha “lo que quieres”, “tu invierno”, “tu lluvia”… se oyen disparos… “bang bang”… estás muerto.
Estupenda atmósfera.

“Sweet Sweet” es un relleno folk pub rock y el cierre, “Luna”, es una accesible pieza pop orquestada que no destaca en el conjunto.
El final palidece con otros momentos del álbum: “Hummer”, “Rocket”, “Silverfuck”…