Dirección: Charles Reisner.
Intérpretes: Hermanos Marx, Margaret Dumont, Tony Martin, Virginia Grey.
Con guión de Hal Fimberg (“En Sociedad”), Ray Golden (“Así Nace Una Fantasía”), Sid Kuller (“Los Tres Mos… Quiteros”) y Nat Perrin (“Escándalos Romanos”).
Sinopsis
Wolf J. Flywheel (Groucho Marx) ha sido contratado por Martha Phelps (Margaret Dumont), propietaria de los Grandes Almacenes Phelps, para que proteja a Tommy Rogers (Tony Martin), cantante de éxito y accionista también de los almacenes Phelps que pretende vender su parte para, con el dinero, crear un conservatorio de música.
El señor Glover (Douglass Dumbrille), director de los grandes almacenes, intenta matar a Rogers para casarse con Martha y hacerse con el negocio.
Crítica
Esta fue la última película de los hermanos Marx en la Metro Goldwyn Mayer.
No está entre lo mejor que han rodado pero se narra con alto ritmo y tiene momentos logrados del humor anárquico típico del grupo.
La trama, con breves apariciones de la rubia Marion Martin (como amante de Douglass Dumbrille enviada para crear conflicto con Tony Martin) y de la morena Virginia O’Brien (cantando en el número de Groucho), crea una intriga criminal macguffin con el escenario de unos grandes almacenes, lo que da lugar a secuencias cómicas en la sección de mueblería (¿dónde están mis hijos?) o a situaciones de slapstick en plan dibujo animado con los hermanos encima de unos patines.
Este último, el clímax, es uno de los mejores momentos del film.
Tampoco faltan diálogos sabrosos llenos de inventiva, ironía, de mordacidad, en especial en los encuentros entre Groucho y Margaret Dumont.
Entre los números musicales destacan el dúo a piano de Chico y Harpo, y la interpretación de este último, con la ayuda de espejos, de tres instrumentos a la vez: arpa, violín y chelo.
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