Dirección: Zach Braff.
Intérpretes: Florence Pugh, Morgan Freeman, Celeste O’Connor, Molly Shannon.
Con guión de Zach Braff (“Ojalá Estuviera Aquí”).
Sinopsis
Allison (Florence Pugh) está a punto de casarse con Nathan (Chinaza Uche). Un accidente de coche, que acaba con la vida de su cuñada y lleva a Allison al hospital, rompe la pareja y conduce a Allison a una espiral de depresión y adicciones.
Al mismo tiempo, el padre de Nathan, Daniel (Morgan Freeman), se ocupa de criar a su nieta Ryan (Celeste O’Connor), hija de su hija fallecida.
Allison y Daniel se encontrarán en una terapia de grupo.
Crítica
Zach Braff dirigió a su pareja (por aquellos momentos) Florence Pugh en este drama psicológico y familiar sobre adicciones, redención, superación de traumas, choques generacionales, aceptación del destino y comienzo de nueva vida con al apoyo de las personas cercanas.
Es como un telefilm melodramático con reparto de caché, destacando la esforzada interpretación de Florence en una evolución de historia muy predecible en cuanto a actitudes individuales y sus relaciones marcada por tragedias, ausencias, recuerdos, nostalgia, culpa.
La trama, con maneras y fondo básico de buena voluntad y entendimiento, se maneja con muchos lugares comunes en torno a los temas anteriormente citados, no resultando original ni en sus conflictos ni en su tratamiento en estética y tono, lo que conlleva indiferencia sobre las emociones creadas.
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