Dirección: Kirk DeMicco.
Intérpretes: Película de animación.
Con guión de Pam Brady (“Flipado Sobre Ruedas”), Brian C. Brown y Elliott DiGuiseppi (“Lucy In The Sky”).
Sinopsis
Ruby Gillman es una adolescente que vive en la ciudad costera de Oceantown junto a sus padres, Agatha y Arthur, y su hermano menor Sam.
Quiere acudir al baile de fin de curso de su instituto que se celebrará en un barco, pero su madre Agatha se opone.
A pesar de todo, Ruby, animada por sus amigos, decide invitar al baile al chico que le gusta, Connor. En el momento de la petición, Connor cae al agua y Ruby salta para salvarlo. Tras ser salvado, una chica nueva en la ciudad, Chelsea, se atribuye el hecho al mismo tiempo que Ruby comienza a transformarse en una gigantesca kraken, descubriendo que es una princesa, heredera de la reina kraken, y enemiga de las sirenas.
Crítica
Animación Dreamworks que busca la identificación del público con un “monstruo”, humanizándolo y utilizando esa monstruosidad y “sus poderes” como metáfora de las angustias del joven (el monstruo interior de cualquier adolescente)… Tiene, en algunos motivos, similitudes con la reciente “Red”.
Mientras trata de superar los retos que le supone el instituto, la protagonista, Ruby, descubre un secreto familiar que le convierte en una gigantesca kraken heredera de un reino submarino amenazado.
Poco a poco, la película pierde un tanto el foco del planteamiento inicial presentando demasiada atención a los aspectos, retos y amenazas sobrenaturales en vez de centrarse en los problemas de la protagonista relacionados con su naturaleza y la difícil etapa de la adolescencia.
El enfrentamiento principal entre krakens y sirenas invierte los roles de la creencia popular, resultando curioso que la villana/sirenita tenga un aspecto muy similar a la protagonista de Disney.
Ruby muestra una actitud alocada dentro de un catálogo de personajes a los que les falta profundidad, carisma, personalidad, sin tener tampoco un diseño atractivo.
La protagonista tiene dos vertientes muy separadas, tanto es así que parecen dos tramas paralelas con el mismo personaje.
La trama es simplona, predecible, inverosímil por momentos, con música pop, luces, mucho color, bailes, romance, amigos…
Se lanzan mensajes positivos para los niños, como la aceptación, la importancia de la familia y los amigos de verdad, sin dejarse llevar por las apariencias, pero en conjunto su historia decepciona y no logra crear emoción ni generar interés.
Se conoce también como:
“Krakens y Sirenas: Conoce a Los Gillman”
“Ruby – Kraken Adolescente”
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