• Por Antonio Méndez

protomartyr-formal-growth-desert-album-2023Crítica

Los Protomartyr de Detroit, con el cantante y letrista Joe Casey al frente, se convirtieron en una banda revelación en su país desde su debut con “No Passion All Technique” en el año 2012, con un sonido oscuro, denso, tenso, disonante… con influencias post-punk, que alcanzó su mayor resonancia hasta la fecha con “Relatives In Descent”.

Junto a Casey destaca la participación del guitarrista Greg Ahee, productor del álbum junto a Jake Aron.
El bajista Scott Davidson y el batería Alex Leonard completan el grupo, con añadido en este LP del pedal steel de William Radclife.

“Formal Growth In The Desert” es su sexto disco en estudio, abierto con “Make Way”, fluido guitarreo con toques de spaghetti western, cambios de tempo y estallidos catárticos al estilo primer Frank Black que alteran la voz crooner de las estrofas.




protomartyr-formal-growth-critica-reviewPost-punk rápido, nervioso, el de “For Tomorrow”, sonido angular, densa instrumentación con percusión agitada, algo usual en esta banda.

Con “Elimination Dances” se crea una interesante atmósfera punteada por incisivos riffs, ritmo tribal y un texto de urgencia vital con metáfora de baile.

“Fun In Hi Skool” es una canción de nostalgia adolescente en expresión ebria, asqueada, con toques de angustia. Un art punk disonante con la tensión psicológica/instrumental inherente al grupo.

Más post-punk con “Let’s Tip The Creator”, crítica al exceso tecnológico, a la tecnocracia, con una guitarra limpia, pegadiza, acompañando al estribillo, y contrastando con punteos en telarañas de cuerdas estilo psicogaraje. Destacados arreglos en esta pieza.



“Graft vs. Host” es una canción en tempo lento con Casey recordando a su madre fallecida… la tristeza corriendo por mi mente…
Emocional, evocativa, lírica, atmosférica, con percusión dominante.

Con “3800 Tigers”, Joe Casey nos lleva al béisbol también con presunta metáfora. El riff en distorsión, ritmo sincopado, disonancia en envolvente sonido post-punk que termina cansando por la reiteración de motivos y estilo.

“Polacrilex Kid” es uno de los cortes más interesantes del álbum, irónico, reflexivo, con latigazos vocales y variantes sobre sus esencias art punk que rompen monotonías de estructura.




En “Fulfillment Center” cuenta la historia de picaresca de Dismas y Dawn con surrealismo en un garage punk tan ruidista como cargante, con Joe, un letrista de mérito, usurpando el sueño de otra persona.

Latrocinio en “We Know The Rats”… pudo pasarle a cualquiera, entraron por la habitación de atrás… Sobre varios robos que sufrió en su casa Joe Casey. De escaso interés a excepción de alguna buena guitarra.

“The Author” vuelve a la figura de la madre de Casey en un tono declamatorio que no engancha, cerrándose el álbum con “Rain Garden”, romanticismo oscuro con un buen trabajo en estructura y arreglos. Uno de los momentos más destacados del disco es este final.