• Por Antonio Méndez

clientele-i-am-not-there-anymore-disco-album-reviewCrítica

“I Am Not There Anymore” exhibe el exquisito pop de cámara de Alasdair MacLean, autor de expresión susurrante y poética melancólica, ensoñadoras, con imaginería natural, romántica, onírica.

El disco se les quedó un poco largo, ya que les sobran los interludios de Mark Keen y alguna pieza de recitado que carga más que interesa.
Son 19 cortes y deberían haberse quedado en 12 con 10 canciones de mérito.

La apertura dura más de 8 minutos. “Fables Of The Silverlink”, un medio tiempo con arreglos de cuerda combinados con la percusión grabada al revés en un progreso con variantes, que mezcla el dream pop con el jazz, el pop barroco y el folk psicodélico estilo Magna Carta, con palmas que simulan flamenco en el tramo en el que Alicia Macanás canta en español.
Alaistair se mueve en escenario de anochecer entre endrinas azules, jardines de juventud y casas en colinas.

El primer radial instrumental de Mark Keen es “Radial B”, un minuto de piano como preludio de “Garden Eye Mantra”, elegante tempo con larga intro instrumental y un sonido de folk pop lisérgico, evocativo, ensoñador, que cruza al primer Al Stewart con el Cat Stevens de comienzos de los años 70, con empleo del fuzz en su tramo final.
La voz de Alasdair, adornada por cuerdas, transmite con dulzura.
Más estampas de jardín y juegos de romance con estilo… ¿por qué no me hablas? ¿por qué no le tenías miedo a la oscuridad?




clientele-i-am-not-there-anymore-critica-reviewSonidos de pájaros en el medio minuto del interludio “Segue 4 (IV)”. Una voz de mujer. Un piano. Niños.

“Lady Grey” es un jangle psico-pop de perfecta construcción melódica, exquisitez a lo Curt Boettcher. Delicado, con susurrante voz y un texto que nunca cae en lo facilón ni en la frase hecha, con paseos siguiendo luces en carriles, hermosura en la opacidad, fugas de chicas verdes-doras tras el término del verano y consejos de madre para no temer a la muerte.

“Dying In May” es un corte experimental, acid folk con prominente percusión y una lírica extraña con enfermedad febril y dudas en escaleras… ¿volverás a las flores?
La atmósfera es de angustia y, junto a la percusión, destacan los juegos vocales y el uso del mellotrón.
La canción termina siendo pesada.



“Conjuring Summer In” presenta un recitado de Jessica Griffin, miembro del grupo Would-Be-Goods… conjurando el verano en la noche… efectos electrónicos, chelo y piano.
Un relleno que nos conduce a otro interludio, “Radial C (Nocturne For Three Trees)”, 1 minuto y medio de piano.

“Blue Over Blue” retoma los pegadizos punteos acústicos contrastados por el fuzz. Típico pop con la clase que atesora este destacado grupo londinense, con buenas variantes melódicas y arreglos de viento para evocar situaciones de pareja… jugando al escondite entre puertas… en días y noches para la memoria.
Entre Cat Stevens y Donovan.

Otro minuto de piano con otra radial, en este caso la “Radial E”.
Carriles de fuego y caminos de herradura en los mapas de “Claire’s Not Real”, impresiones de verano con una mujer idealizada, no real.
El tema, de notable valor melódico, tono cálido y sonido acústico, se estructura con un inicio jazz bossa nova y desarrollo en pop barroco.




“My Childhood” retoma el recitado de Jessica Griffin con acompañamiento de viola a lo John Cale y un poema sobre “mi infancia”… es el fuego del viento de marzo, es el aliento de la niebla”…
Cacofónica, se pierde en su pretensión art pop.

Con “Chalk Flowers”, el disco vuelve a sonar a Cat Stevens en tempo lento y otra vez recurriendo a imágenes de naturaleza… maizal, bosque verde… de tránsito y de surrealismo.
El texto no está mal pero la pieza, vals folk pop con chelo y piano, necesitaría mayores variantes para sustentar su interés.

La “Radial H” nos lleva a “Hey Siobhan”, romanticismo en tono delicado, frágil, de confesión tímida… ¿no te escabullirás en el silencio?…
Maravillosa interpretación vocal de Alasdair con varianzas en el registro y estupendos arreglos de base dream pop, terminada la pieza con un outro arrullado por armonías vocales.


La exquisitez melódica y de arreglos continúa con “Stems Of Anise”, luminoso tema con intro de cuerdas y progreso en medio tiempo con punteos acústicos jangle pop, trazos jazz, barrocos, juegos vocales y estructuras que podría firmar Curt Boettcher en la parte final de los años 60.
Uno de los mejores cortes del LP.

Paseos entre rosas por la madrugada… nadie me conoce, nadie te conoce… en “Through The Roses”, balada íntima, con voz susurrante, en un delicado encadenado de estribillo con destacados arreglos vocales.

“I Dreamed Of You, Maria”, eleva levemente el ritmo con la mezcla folk pop y jazz de ejecución envolvente, sofisticada, que cruza estrofa y estribillo en otra estructura estimable con elegante uso de trompeta.

Se cierra el álbum con “The Village Is Always On Fire”, retomando el poema de “My Chilhood” con similares resultados.

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