• Por Antonio Méndez

the-sadies-northern-passages-albumCrítica

La banda canadiense The Sadies, grupo con los hermanos Dallas y Travis Wood al frente, no inventa nada ni lo pretende.

Su melódico sonido, con habitual uso de armonías vocales y base en el rock de raíces, deriva de las bandas folk rock, country rock y jangle pop de los años 60, en especial de los Byrds. Tienen también registros garajeros y psicodélicos, con textos literarios en clave agridulce, reflexiva, melancólica…




“Northern Passages” se abre con el notable tema “Riverview Fog”… hace tiempo que no nos vemos, pero estamos igual… reencuentro entre amigos…
Nostalgia en tempo lento, voces sedosas que nos llevan a Simon y Garfunkel, a los citados Byrds, a los Cyrkle

“Another Season Again” es un corte totalmente diferente al previo. Caña garajera, bulla guitarrera, energía… no necesito el sol… el verano se acaba… Un tema en la versión más rock, más eléctrico, de The Moby Grape o de Buffalo Springfield.

El rock con distorsión prosigue con “There Are No Words”… quizá mañana sepa lo que hay que decir, ahora no tengo palabras…
Sin salir de los años 60, la canción es un psicofuzz, un acid rock con ritmo vals, pensemos en el “7 And 7 is” de Love con un outro de country & spaghetti western.
Buen corte.




the-sadies-northern-passages-fotosKurt Vile colabora con los Sadies en “It’s Easy (Like Walking)”, la canción más pegadiza del disco.
Es un medio tiempo folk rock/jangle pop sobre girar, sobre la evasión de tocar la guitarra.
El sonido recuerda un tanto a Eric Burdon y sus Animals con toques dylanianos.

Si quieres liberarte de los grilletes del arrepentimiento, perdona y no olvides…
“The Elements Song” es un temazo… en tiempos drásticos hay que tomar medidas drásticas…
Es una psicodelia garajera, un rock con buen uso de voces…. coros aaaaa… y potente sonido eléctrico.
Lo más cercano al stoner rock que han grabado The Sadies.

Los distintos registros del grupo les lleva a una parte country en la mitad del álbum con dos canciones.




La primera es “Through Strange Eyes”… en la soledad escucho tu llamada… no tengo tiempo para darme la vuelta…
Es una pieza rápida, con influencias también del rockabilly.
No quedaría mal en un disco de Gene Clark con Doug Dillard.

“God Bless The Infidels” es más tradicional… perdóname, no me conviertas en una estatua de sal… no falta el violín ni los banjos… Satán, permanece lejos de mí…
Recuerda a algún tema de The Band con voz de Levon Helm.

Maltrato doméstico en “The Good Years”… una mujer sufrió a su marido alcohólico… él nunca escuchaba… y no lo puede echar de menos ahora que falleció…
Amargo folk rock, como un cruce entre Simon & Garfunkel y los Eagles.

Coge el espejo de la pared…
En “As Above, So Below” suena una guitarra de 12 cuerdas deudora de los Byrds.
Es una melódica balada folk-rock/jangle pop que también podría ser cantada por America o Big Star.



Otra de las cimas del LP es la gran canción “Questions I’ve Never Asked”, épica jangle-psico-pop con Dallas Good en modo Arthur Lee, no en vano el tema recuerda a Love.
También a Moby Grape.

“Northern Passages” se cierra con “The Noise Museum”, un instrumental con aires españoles tipo Pekenikes que progresa en un spaghetti western a lo Morricone con telaraña jangle guitarrera.

Disco de creciente disfrute.