Dirección: Ernst Lubitsch.
Intérpretes: James Stewart, Margaret Sullavan, Frank Morgan,
Con guión de Samson Raphaelson (“Sospecha”).
Sinopsis
En Budapest se encuentra un bazar propiedad de Hugo Matuschek (Frank Morgan). Allí trabaja como dependiente Alfred Kralik (James Stewart), un hombre soltero que se está carteando con una desconocida, con quien inició una relación a través de un anuncio de prensa y con quien ha acordado una próxima cita a ciegas.
Crítica
Comedia romántica ambientada en una pequeña tienda húngara.
Las situaciones humorísticas, ligeras, con lugar para la falsa identidad y la repulsión/atracción de personajes en principio de difícil concordancia, no es que depare muchas carcajadas; ni que la relación amorosa, con demasiada coincidencia (bueno… el destino…), resulte muy creíble.
No obstante, posee la elegancia propia de Ernst Lubitsch, con ágiles diálogos (en su inicio frenéticos), y un buen catálogo de personajes que configuran un variopinto y dinámico escenario profesional, en el que tanto nos presenta al pelota insufrible y traicionero bien vestido y mejor peinado, como al eficiente vendedor con personalidad propia, o al espabilado medrador que de recadero quejica pasa a experto comerciante.
La película, con destacada interpretación de ese magnífico secundario llamado Frank Morgan, adapta una obra teatral de Miklos Laszlo, la misma que sirvió de base para la posterior “Tienes Un E-Mail”.
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