Dirección: Rubin Stein.
Intérpretes: Milena Smit, Jaime Lorente, Anastasia Russo, Carlos González Morollón.
Con guión de Rubin Stein.
Sinopsis
Lola (Milena Smit) se casa con Adolfo (Jaime Lorente), un piloto de aviación. Poco después de la ceremonia sufre un aborto. No podrá tener hijos propios.
En ese momento, la pareja decide adoptar un niño huérfano de un convento próximo regido por sor Asunción (Teresa Rabal). Los elegidos son dos hermanos angelicales: Tin (Carlos González Morollón) y Tina (Anastasia Russo).
Crítica
Largometraje debut de Rubin Stein que se mueve entre el drama familiar y el thriller surreal con toques de humor negro sobre niños angelicales con fondo perturbador.
El fondo de la premisa no es original (“Buenas Noches, Mamá”) y resulta previsible en gran parte de su desarrollo. Pese a todo, entretiene y no aburre.
Las decisiones y acciones de los personajes resultan en ocasiones poco creíbles, lo que hace perder cierto interés en el progreso de la historia.
La atmósfera es adecuada, con una enorme y aislada casa en la que viven como escenario para los hechos, parte del “terror” ocurre a plena luz, en días luminosos, cálidos, cegadores… otras en los interiores de la casa.
El personaje de Lola, madre de familia traumatizada y deprimida, tiene interés, evolucionando a lo largo de la película. El de Adolfo, por momentos, resulta un tanto incongruente.
Los niños Tin y Tina, bien interpretados por Carlos González Morollón y Anastassia Russo, adoctrinados y con singular presencia (claro guiño a “El Pueblo De Los Malditos”), transmite extrañeza y candidez. Se hubiera necesitado mayor presencia de sor Asunción (Teresa Rabal), la sombra de su comportamiento y su fervor/fanatismo.
La cámara sabe lo que hay que mostrar y lo que no, sin recrearse en escenas desagradables a pesar de los macabros acontecimientos.
Se ambienta en los años 80, tiempo de cambios, con apuntes políticos, música de la época adecuada… el “Súper Disco Chino” de Enrique y Ana, los “Pajaritos”, referencias a programas de televisión como el “Un Dos, Tres”… supuesta inocencia.
La película es una crítica a los fanatismos, a los peligros del adoctrinamiento en mentes infantiles. Trata igualmente el tema de la pérdida/recuperación de la fe a causa de una desgracia.
Film curioso con un desenlace poco convincente.
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