Dirección: Tom Harper.
Intérpretes: Gal Gadot, Jamie Dornan, Sophie Okonedo, Alia Bhatt.
Con guión de Greg Rucka (“La Vieja Guardia”) y Allison Schroeder (“Figuras Ocultas”).
Sinopsis
Rachel Stone (Gal Gadot) es una espía que trabaja tanto para el Mi6 como para la misteriosa organización internacional La Carta, dedicada a mantener la paz en el mundo ante amenazas de distinta naturaleza. La organización utiliza una inteligencia artificial, El Corazón, que puede hackear cualquier sistema, determinar las probabilidades de éxito y guiar las operaciones.
Stone tiene que localizar a una joven hacker de origen indio, Keya Dhawan (Alia Bhatt), que se encuentra en la ciudad de Lisboa y que quiere controlar El Corazón.
Crítica
Uno de los muchos thrillers de espionaje con heroína sexy de acción como protagonista cuyas peripecias y conflictos se corta por el mismo patrón.
En este caso es Gal Gadot (“Wonder Woman”), en modo Ethan Hunt femenino, la encargada de repartir patadas, lucir mono ceñido y eludir a los malos en persecuciones y escenarios muy distintos, desde Italia a Islandia pasando por Senegal.
El motivo principal de este relato de agente doble con influencias Bond es la venganza ligada al control con uso de la inteligencia artificial. La trama tiene giros pero progresivamente cae en la indiferencia por su historia sin enjundia y unos personajes de nulo carisma.
Lo más salvable de la película son algunas escenas de acción narradas con suficiente pulso y la animación de los primeros créditos.
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