Dirección: Neill Blomkamp.
Intérpretes: Archie Madekwe, David Harbour, Orlando Bloom, Darren Barnet.
Con guión de Zach Bailyn (“Creed III”) y Jason Hall (“El Francotirador”).
Sinopsis
Danny Moore (Orlando Bloom), ejecutivo de marketing de Nissan, organiza un concurso en el que participarán jugadores del videojuego Gran Turismo. El ganador podrá acudir a la Academia GT y conducir un coche de carreras real.
El adolescente Jann Mardeborough es uno de los elegidos para competir en el concurso.
Crítica
Película basada en hechos reales que se expande durante dos horas para contar una historia de muy bajo interés.
Ni apasiona por la filmación de las carreras ni emociona con las cuitas del jugador convertido en piloto protagonista, sea en el vínculo con su instructor, con su familia o con su novia, metido con calzador un aspecto romántico que podría haberse obviado.
Todo resulta plano, encadenando distintos circuitos hasta Le Mans en lo que parece una promoción publicitaria interminable de Nissan y del videojuego que titula el film, sin que exista creatividad en la evolución del jugador virtual al piloto real, ni estética ni en el progreso de madurez y aprendizaje del personaje central.
Los conflictos de carrera tampoco tienen fondo, y la óptica de Neill Blomkamp no sale de motivos y resoluciones cliché en película formulista de competición con eje en una relación mentor-alumno.
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