Dirección: Nathaniel Martello-White.
Intérpretes: Ashley Madekwe, Bukky Bakray, Jorden Myrie, Samuel Paul Small.
Con guión de Nathaniel Martello-White.
Sinopsis
Castle Combe, Inglaterra.
Neve (Ashley Madekwe), sudirectora y profesora de instituto, está casada con Ian (Justin Salinger) y tiene dos hijos: Mary (Maria Almeida) y Sebastian (Samuel Pam Small).
La existencia tranquila de Neve se altera con la aparición en su vida de Dione (Bukky Bakray) y Marvin (Jorden Myrie)
Crítica
El actor y escritor británico Nathaniel Martello-White debutó como director de largometrajes con esta película que parece en principio una cosa y termina siendo otra muy diferente.
En su inicio, tras un prólogo, una mujer es retratada feliz, radiante. Su vida familiar parece ideal.
Sin embargo, algo raro sucede. Parece ver visiones, alucinaciones, se angustia, se muestra violenta, histérica.
Son fundamentos para una intriga psicológica, paranoica, en la que un personaje se perturba mentalmente ante una situación que ella solo parece percibir.
Un evento de “solidaridad” con dos “extraños”, dispara la película a otro ámbito: el drama familiar y la desestabilización como forma de venganza.
Nueva vida, ocultación de identidad, toma de decisiones, reencuentro y tensión racial son nuevas claves del film.
En un flashback conocemos a los “extraños”, que quieren formar parte de “la normalidad” de “lo ideal”.
Martello-White puede crear una posible alegoría de discriminación, pero la respuesta a la misma, fundamentada en el rencor, el odio y la violencia gratuita es inadmisible y termina cayendo en estereotipos.
El final, abrupto, remacha de forma facilona las debilidades del personaje central, incapaz de afrontar la realidad y escape ante los problemas.
La conclusión no deja de ser también una huida para una trama simple, sin complejidad.