Dirección: Alexander Korda.
Intérpretes: Paulette Goddard, Michael Wilding, Diana Wynyard, Hugh Williams.
Con guión de Lajos Biró (“La Zarina”).
Sinopsis
Inglaterra, año 1895.
Laura Cheveley (Paulette Goddard) chantajea a un famoso político, Sir Robert Chiltern (Hugh Williams), con revelar aspectos turbios de su pasado si no favorece una especulación financiera con la construcción de un canal en Argentina.
Chilthern, hombre honesto casado con Lady Gertrude (Diana Wynyard), se debate entre ser fiel a su honestidad o doblegarse ante el chantaje.
Crítica
Alexander Korda produjo esta adaptación británica de una obra de Oscar Wilde con envoltorio lujoso en Technicolor.
Destaca, además de por el exuberante texto de Wilde, lleno de ingenio, frases brillantes, ironía, cinismo, por su aspecto estético: decorados, vestuario (en especial el variopinto de Paulette Goddard)…
Lo más sobresaliente de la historia de enfrentamiento ante el chantaje y enredo sibilino de intereses es la secuencia de presentación de personajes en la recepción.
Más tarde, reteniendo la chispa en el texto y elegancia en la puesta en escena, la cinta se espesa en algunos tramos, necesitando un mayor enloquecimiento en el enfoque que equilibre el estilo visual y la agudeza de la verborrea, además de mayor participación de algunos secundarios desaprovechados.
No obstante, una adaptación de mérito con una simpática pugna paterno-filial entre Michael Wilding y C. Aubrey Smith.
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