Crítica
Los británicos Traffic se convirtieron tras Spencer Davis Group en el segundo vehículo para el lucimiento del joven instrumentista Steve Winwood, quien, influenciado por la psicodelia y la expansión sonora llevada a cabo por los Beatles, y acompañado de competentes músicos como Dave Mason, Chris Wood y Jim Capaldi, publicó a finales de 1967 este importante primer álbum que combinaba con destreza la experimentación psicodélica con piezas blues-rock, sonidos progresivos de improvisación jazzística, y melodías con rasgos barrocos.
La lisergia del grupo se halla principalmente en la escritura de Mason, autor de destacados cortes como “House For Everyone” y “Hope I Never Find Me There”.
El blues rock se plasma en temas como “Dear Mr. Fantasy” o “Heaven Is In Your Mind”, corte con rasgos jazz y psicodélicos, que les acercan a coetáneos suyos como el trío Cream.
Las piezas jazz se ejemplifican en “Giving To You”, y los notables cortes melódicos acompañados de una barroca instrumentación, entre las que se escuchan flautas, órganos, mellotron, saxo o clavicordios, nos regalan fantásticas canciones como “Dealer”, “Coloured Rain”, y sobre todo la hermosa y emocionante balada “No Face, No Name, No Number”.
El disco fue producido por el futuro colaborador de los Rolling Stones, Jimmy Miller.