Dirección: Matthew Vaughn.
Intérpretes: Bryce Dallas Howard, Henry Cavill, Sam Rockwell, Bryan Cranston.

Con guión de Jason Fuchs (“Wonder Woman”).

Sinopsis

Elly Conway (Bryce Dallas Howard) es una famosa escritora de novelas de espionaje con el protagonismo del detective británico Aubrey Argylle (Henry Cavill).
Elly, incapaz de terminar su última novela, viaja hacia Chicago junto a su gato Alfie para recabar ayuda de su madre Ruth (Catherine O’Hara). En el tren conoce a Aiden Wilde (Sam Rockwell), quien le informa que en el tren hay gente que quiere matarla. Aiden le defiende, con Elly identificándolo como Argylle.
Poco después, Aiden, que es un espía, le dice que esos asesinos trabajan para una organización clandestina dirigida por un hombre llamado Ritter (Bryan Cranston).

Crítica




Parodia del cine de espionaje que, en su inicio, utiliza una fusión de realidad-ficción similar a la ochentera “Tras El Corazón Verde” de Robert Zemeckis, con Kathleen Turner y Michael Douglas remedando en sus propios carnes las novelas de aventuras ideadas por el personaje de Turner.

La película es excesivamente larga, con el tono desenfadado y dinámico de las citas previas de “Kingsman” de Matthew Vaughn, con esencias Bond, el macguffin de rigor y la música variada (Barry White, The Beatles, Patrick Cowley, Ariana DeBose…) pero sin una trama, más allá del artificio y juguete de revelaciones sorpresa, que sustente el interés para tanto metraje.

Henry Cavill se vende como protagonista, pero sale bastante poco, siendo los protagonistas principales Bryce Dallas Howard y Sam Rockwell en la típica asociación hombre-mujer dentro de un reparto de rostros conocidos, la mayoría en cameos y en apariciones anecdóticas.

Los giros se le van de la mano al guionista Jason Fuchs, llegando al empacho y a lo inverosímil.

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