Dirección: Todd Haynes.
Intérpretes: Natalie Portman, Julianne Moore, Charles Melton, Cory Michael Smith.
Con guión de Samy Burch (“Bev”).
Sinopsis
Año 2015.
La actriz Elizabeth Berry (Natalie Portman) llega a la localidad de Savannah, en Georgia, para encontrarse con Gracie (Julianne Moore), una mujer que estuvo en la cárcel por mantener relaciones sexuales con un niño de 13 años, Joe (Charles Melton), compañero de colegio de su hijo Geordie (Cory Michael Smith), en la tienda de animales en la que trabajaba.
Para preparar su papel, Elizabeth se adentra en la familia y en el pasado de la misma.
Crítica
Drama psicológico y familiar de Todd Haynes narrado de forma intrigante que parte de sucesos que ocurrieron muchos años atrás.
Natalie Portman, en el papel de Elizabeth, se adentra en una familia para entender lo que sucedió (y aún sucede), uniendo hilos de una relación oscura enfermiza, llena de tensión sexual y manipulación.
Elizabeth/Natalie penetra en la personalidad de Gracie (Julianne Moore). De forma sutil, todo está cubierto por una pátina turbia y perturbadora.
La sugerente banda sonora, con Marcelo Zarvos adaptando la música de Michel Legrand para “El Mensajero”, se repite con un piano que ayuda a incrementar las dosis de intriga.
Natalie Portman y Julianne Moore interpretan los papeles de dos mujeres inteligentes, manipuladoras, con secretos, recovecos… un juego entre mujeres, espejos, reflejos.
Es un proceso de vampirización con influencias de “Persona” de Ingmar Bergman.
Charles Melton interpreta a Joe como un personaje con coraza, vulnerable, marcado por haber tenido que crecer demasiado deprisa. Es una víctima situado como ancla emocional de la situación.
La narrativa es intrigante, sugerente, reflexiva. Explora las repercusiones de lo sucedido y lo que sucede al verse invadida la privacidad de la dinámica familiar.
Trata de captar el impacto de sensaciones con la intromisión en la familia de Elizabeth.
El ritmo y la tensión son constantes.
La fotografía es ligeramente brumosa, un suburbio de casas con vistas a un lago, niños jugando a la luz del atardecer… ofreciéndose un aspecto irreal, capturando tanto los momentos íntimos como los cinematográficos.
La película invita a reflexionar sobre los límites de lo correcto, de las apariencias, de las relaciones de poder, de las consecuencias del abuso. Lo hace sin caer en el sermón.
No obstante, y a pesar de sus virtudes e interés, algunos aspectos de la historia, en apariencia profundos y complejos, se quedan en la superficialidad.
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