Dirección: Benjamin Renner y Guylo Homsy.
Intérpretes: Película de animación.
Con guión de Mike White (“¿Qué Fue De Brad?”).
Sinopsis
En un estanque vive una familia de ánades reales con Mack como padre sobreprotector que advierte a sus hijos de los peligros que existen más allá de su lugar de residencia. Cuando se encuentran con una bandada de patos que viajan a Jamaica, la madre, Pam, y sus hijos, Dax y Gwen, se muestran interesados en la migración ante la contrariedad de Mack, quien accede al ver el estado del tío Dan, también contrario a los viajes.
Crítica
Aventura viajera de una familia de ánades reales que lleva una vida tranquila sin salir del estanque en el que han vivido.
Divertida y positiva, la película funciona como entretenimiento para los más pequeños.
El grupo de patos salta de aventura en aventura, con humor y ternura. La animación es sencilla pero agradable, el colorido, los paisajes, las secuencias de vuelo…
Mack es el padre sobreprotector, la madre Pam es más valiente y decidida, más parecida a sus hijos, el adolescente Dax y la pequeña Gwen, sin olvidar al simpático tío Dan.
Por el camino hasta Jamaica se irán encontrando con más personajes: garzas, palomas de Nueva York, un loro…
El personaje menos acertado es el del antagonista, un chef cruel y violento, malo malísimo del que no se entienden sus pretensiones y el despliegue de medios empleados para perseguir a los protagonistas en su viaje. No parece necesario ni encaja en el alma de la historia.
La expresividad de los patos no cae en hacerlos antropomorfos y respeta la forma de moverse, de volar… el humor es muy blanco, de slapstick, dirigido al público más infantil.
El guión, sencillo y bienintencionado, crea un viaje de superación con los protagonistas aprendiendo a conocerse mejor a sí mismos y, sin sermones, a dejar atrás miedos y prejuicios.
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