Dirección: Wim Wenders.
Intérpretes: Koji Yakusho, Tokio Emoto, Arisa Nakano, Aoi Yamada.

Con guión de Wim Wenders (“Cielo Sobre Berlín”) y Takuma Takasaki (“Honokaa Bôi”).

Sinopsis

Hirayama (Koji Yakusho) es un hombre solitario de monótona vida que se levanta pronto para limpiar los baños públicos de Tokio.
Sube a su furgoneta, cuida sus plantas, pone música de casete, parte a su trabajo, lee, se pasea en bicicleta…

Crítica




El alemán Wim Wenders nos lleva en esta película a Tokio, la capital japonesa, para seguir la rutina diaria de Hirayama, un hombre sencillo de vida sencilla. ¿Necesita más para ser feliz? Parece que no.

El enfoque realista, calmo, contemplativo, con muy poco diálogos, se centra más en el exterior que en la profundidad psicológica del personaje.
Miradas, gestos, rituales… conforman las esencias de una vida solitaria y monótona que pondera la simplicidad como factor de plenitud vital más allá de la prisa, de la agitación, de las modas, de la masa o del conflicto artificioso.

Con una atmósfera agridulce, tranquila, Wenders crea un “pedazo de vida” con encanto y valor emocional, que alcanza su momento cumbre con Nina Simone cantando y el rostro en primer plano sostenido de Koji Yakusho amalgamando distintas sensaciones en el comenzar de un nuevo día.

Además de Nina Simone, en la película se escuchan canciones de los Animals, de los Kinks, de Otis Redding, de Van Morrison, de Patti Smith, de la Velvet Underground o la que titula el film, “Perfect Day”, composición de de Lou Reed en solitario.