Dirección: Stuart Heisler.
Intérpretes: Natalie Wood, Tab Hunter, Skip Homeier, Claude Akins.
Con guión de Irving Wallace (“Fiebre De Venganza”).
Sinopsis
Trace Jordan (Tab Hunter) intenta buscar justicia después de la muerte de su hermano y el robo de unos caballos.
Para ello viaja hacia un pueblo dominado por los hombres de Joe Sutton (Ray Teal), responsable principal del fallecimiento del hermano de Trace.
Tras una reyerta que termina con un disparo de Jordan sobre Sutton, los hombres del segundo perseguirán al primero para intentar atraparlo. Trace contará en su huida con la ayuda de una mestiza llamada María Christina Colton (Natalie Wood).
Crítica
Dos guapos protagonistas, el rubiales Tab Hunter, ávido de venganza contra el cacique local de turno, y Natalie Wood, muy aguerrida con la panda de matones del pueblo (a los que le escupe, les da patadas, les arrea mamporros… y ellos, en plan machos-machotes, se ríen e intentan abusar de sus curvas). Estos protagonistas forman pareja romántica en un western de segunda fila que adaptó una novela de Louis L’Amour.
Predecible y rutinario, el film tiene las peleas de rigor, los arrumacos no pueden faltar, algunos apuntes sobre valentía y cobardía (Natalie no cesa de llamar cobardes a su hermano menor y a su tío), rencores varios, y dibujos de personajes maniqueos.
Al final todo concluye de forma esperada.
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