• Por Javier Platas

british-sea-powers-let-the-dancers-albumCrítica

Bandas sonoras al margen, este es el octavo álbum en estudio de este sexteto británico, un aceptable trabajo que aúna con buen tino sonidos post-punk, new wave, brit-pop o arena rock.

Además nos ofrece una buena dosis de épica y dramatismo, por no hablar de su apreciable capacidad melódica y de un acertado trabajo en la creación de ritmos y atmósferas.

Se advierten influencias y similitudes con nombres como U2, Joy Division, Arcade Fire, Pulp, Interpol o Franz Ferdinand.

Sin ser nada extraordinario, la escucha de este disco nos deja un agradable sabor de boca, aparte de buenas canciones que ejemplifican su buen hacer como “Bad Bohemian”, “International Space Station”, “Keep On Trying” o “Saint Jerome”.

Meritorio.