Dirección: Anthony M. Lanza.
Intérpretes: Bruce Dern, Pat Priest, John Bloom, Casey Kasem.
Con guión de James Gordon White (“Nacido Salvaje”) y John Lawrence (“Cycle Psycho”).
Sinopsis
Manuel Cass (Albert Cole) ha sido ingresado en un psiquiátrico tras matar a un matrimonio y violar a su hija. Este psicópata escapa del manicomio y termina en casa del doctor Roger Girard (Bruce Dern), un científico que está experimentando con animales para crear seres con dos cabezas. En casa de Girard trabaja Danny Norton (John Bloom), un joven de enorme fuerza y estatura que tiene una mentalidad de un niño tras sufrir un accidente en una mina. Tras llegar Cass al lugar y amenazar a Girars y su esposa Linda (Pat Priest), Roger logra detenerlo y termina incrustando su cabeza en el cuerpo de Danny.
Crítica
Producción AIP de serie B con claves de “científico loco” y “experimento científico que sale mal” ligadas al contrapunto entre personalidades unidas de forma estrambótica (dos cabezas, un cuerpo), aquí un ser de luz, un buenazo, con un criminal impío, más o menos una idea derivada de la fusión entre el Doctor Jekyll con el Mister Hyde de Robert L. Stevenson.
La película, historia de ciencia-ficción centrada en la explotación del “horror corporal”, derrocha baratura por todas partes. Los efectos especiales son pobres, risibles; y la trama, incidiendo en traumas, es más aburrida que interesante, sin variantes, a pesar de que lo intenta enfrentando en distintos contextos al “hombre con dos cabezas” con sus víctimas, sean parejas en coche o moteros disfrutando de ambientes campestres.
El film fue uno de los pocos protagonizados por la atractiva rubia Pat Priest, conocida por la teleserie “La Familia Monster”. El gigantón John Bloom interpretó poco después al monstruo de Frankenstein.
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