Dirección: Paco Plaza.
Intérpretes: Luis Tosar, Xan Cejudo, Ismael Martínez, Enric Auquer.
Con guión de Juan Galiñanes (“Noche ¿De Paz? Holy Night”) y Jorge Guerricaechevarría (“Celda 211”).
Sinopsis
Un histórico del narcotráfico gallego, Antonio Padín (Xan Cejudo), sale de prisión para ser atendido de su enfermedad degenerativa en una residencia de ancianos.
Allí es tratado por un enfermero, Mario (Luis Tosar), a punto de ser padre con Julia (María Vázquez), con el que, sin sospecharlo, Padín tiene vínculos que trascenderán su relación de cuidado.
Crítica
Drama criminal sobre narcotráfico en Galicia.
La película centra su interés en la relación entre un viejo narco (Xan Cejudo como Antonio Padín) y un enfermero (Luis Tosar como Mario), oscurecida progresivamente por una motivación y acción de venganza en un entorno de perversión profesional.
A la par, los hijos del narco se involucran en un negocio criminal que agita sus impulsos febriles y muestra su incapacidad, sometido su destino a la presencia moribunda del progenitor.
El film no aburre, tiene giros que mantienen la historia más allá de sus convenciones de género, hay escenas tensas, de nervio, pero en conjunto no sobrepasa el formulismo.
Maneja estereotipos, con algún retrato histrión de personaje que les acerca a la farsa; el aspecto criminal no tiene demasiada originalidad; los diálogos son muy básicos; varios secundarios son indiferentes; el pasado configurando el presente se somete a un flashback periódico que elimina muy pronto ambigüedades en la relación central de la trama, con el mensaje de que una vida criminal y un enganche a las drogas suele acarrear consecuencias de tragedia.
La interpretación de Tosar y la música de Maika Makovsky son los puntos más sobresalientes de esta película.
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