Sinopsis

El millonario de cuna Henry Sugar, soltero, con cuarenta y un años de edad y sin dar palo al agua, descubre en casa de un amigo, Sir William Wyndham, un libro con el informe de un médico de Bombai, John F. Cartwright, en el que cuenta la historia de un hombre que logra ver sin los ojos, el hindú Imhrat Khan, mediante un método de yoguis. Henry, con el fin de utilizar esa habilidad para ganar dinero mediante el juego en distintos casinos del mundo, intenta poner en práctica ese método.

Crítica

En el año 1977, Roald Dahl publicó “El Maravilloso Caso De Henry Sugar”, un cuento (más bien novela corta) que narra una historia extraordinaria protagonizada por el rico ocioso que titula el libro.

La historia, con narración en tercera persona e intercalado de primera en una lectura de “informe”, lleva a Henry Sugar, el protagonista, a adentrarse en metodologías indias para abrir la mente consciente y adquirir un don para ganar todavía más pasta que la que le han dejado de herencia.
La avaricia con trampas se inicia de forma irónica en un retrato hábil del rico aburrido dentro de una biblioteca. Desdeña a los clásicos y le llama la atención un libro con el citado método… levitación, yoga, la importancia de la concentración para lograr objetivos… Henry se empeña en ver sin mirar, en alcanzar sin trabajar, al final se da cuenta que el dinero no lo es todo.

Ese final es lo menos satisfactorio del libro, con una orientación de manual de instrucciones con tramos farragosos, concienciación samaritana y un desenlace insulso, anticlimático.