5×2 (CINCO VECES DOS) (2004)
Director: François Ozon.
Intérpretes: Valeria Bruni Tedeschi, Stephane Freiss, Géraldine Pailhas, Françoise Fabian.
Marion (Valeria Bruni Tedeschi) y Giles (Stephane Freis), son una pareja que
tras varios años de convivencia ha decidido poner fin a su matrimonio. En la
película se recordará como atravesaron por diversos momentos (primer
encuentro, boda, nacimento del hijo, convivencia y separación).
“5×2” es el séptimo largometraje del realizador francés François Ozon, un
prolífico director que ha firmado siete largometrajes en otros tantos años,
y que siempre se ha caracterizado por ofrecer un cine personal, con cierta
irreverencia, que le ha llevado a ser conocido por muchos como el “enfant
terrible” del cine galo.
Sin embargo, en esta ocasión podemos hallarnos ante un Ozon más maduro que
de costumbre, que deja bastante de lado la provocación de la que ha hecho
gala en anteriores proyectos, y que, por qué no decirlo, ha lastrado algunos
de ellos. En la cinta que nos preocupa, Ozon se inclina por un tema tan
manido como las relaciones de pareja, algo que nos han contado montones de
directores en infinidad de películas. Así pues, con un argumento tan poco
original, el hecho de que un film así pueda ser más o menos recomendable
depende del buen hacer del creador de turno.
Para buscar una cierta diferenciación, Ozon ha querido usar una narrativa
invertida, como ya hicieran películas recientes como “Memento” o
“Irreversible”, de modo que empieza por el final y el desarrollo nos va
conduciendo al principio del meollo. Podemos asistir, de esa manera al
proceso de separación al principio del film, para luego ir descubriendo
diversos aspectos de la vida de la pareja protagonista, cómo han ido
llegando a esa separación, etc.
Hay que hacer notar que la puesta en escena es bastante aséptica, de tono
realista, intentando buscar la mayor verosimilitud posible, sin un empleo
maniqueo de la música, de hecho, muchas de las escenas acontecen sin música
de fondo, tan sólo con diálogos entre los dos protagonistas. A través de los
pequeños detalles de la vida cotidiana, nos damos cuenta de los caracteres
de esta pareja, sus ansias, sus inseguridades, sus silencios, sus momentos
de alegría o pena, en definitiva, la vida corriente y moliente.
Merece destacarse la actuación de sus dos protagonistas, tanto Bruni
Tedeschi como Freis componen unos personajes con aristas, complejos y
reconocibles por el público, que ayudan a la identificación de éste con sus
cuitas de vida en común. Asimismo, es reseñable el pulso de Ozon a la hora
de llevar la historia, que consigue transmitir lo que busca a través de una
narración sencilla, sin manierismos, apoyada en los diálogos de sus actores.
Se le puede reprochar la inclusión de alguna subtrama que quizá no ayude
mucho, como la del hermano homosexual del protagonista o lo suelta que queda
la parte en la que ambos se conocen, en la que hay que intuir más de lo que
se ve.
Sin embargo, esto no quita para que nos hallemos ante una película
interesante, recomendable para aquellos que estén interesados en los
entresijos del matrimonio, que aunque no es la obra maestra sobre el tema
resulta un salto adelante en la carrera de su director, que va a mejor a
cada nueva película que rueda. Tras su debut con la gamberra “Sitcom”, Ozon
ha firmado en sus dos últimos trabajos sus mejores propuestas (ésta y
“Swimming Pool”), pese a que no pueda quitarse de encima ese aire de
volatilidad que transmiten sus films.David García